Con motivo del segundo aniversario del asesinato del padre Jacques Hamel, a manos de dos terroristas islámicos en su parroquia de Saint-Étienne-du-Rouvray en Normandía, numerosos feligreses y sacerdotes recuerdan su vida, mientras está abierto el proceso de beatificación.
El anciano mártir se ha convertido en el símbolo de una generación como señala el padre Delcampe al diario La Croix: “No hagamos al padre Hamel un ícono colocado muy alto que observaríamos desde lejos”. La trágica muerte de Hamel despertó la conciencia entre la mayoría de los jóvenes sacerdotes sobre sus mayores.
El padre Pierre-Hervé Grosjean comentaba: “Antes de este asesinato estaba preocupado por la situación de los cristianos orientales. Y, un día, un sacerdote es atacado en mi propio país, generándome una pregunta crucial: ‘Eres cristiano, ¿estás listo para dar tu vida?’”.
Proceso de beatificación
El breviario que pertenecía al religioso se conserva en la Basílica de San Bartolomé, en la Isla Tiberina (Roma), como una reliquia. El Papa le considera un mártir a quien se le puede pedir intercesión y desde octubre de 2016 Francisco autorizó la apertura del proceso sin esperar los cinco años después de su muerte.
Para determinar si el padre Hamel vivía una vida bendecida, hay un tribunal que está realizando los trabajos de investigación formado por un sacerdote delegado juez del arzobispo de Rouen, un promotor de la justicia, un monje de la abadía de Saint-Wandrille y tres notarios voluntarios laicos, encargados de desempeñar el papel de escribano. El equipo está realizando entrevistas a testigos de sus vidas y familiares del sacerdote.
Estudio de sus homilías
Otro equipo compuesto por 6 personas está encargado del trabajo documental para reunir “lo que podríamos encontrar que describiría la vida del padre Hamel”, dice el padre Paul Vigouroux, postulador de la causa. Esta comisión ya casi ha completado su trabajo y se espera que presente su informe en el otoño.
Después de este trabajo de investigación, será el momento de reflexión y discernimiento para el postulador y el promotor de justicia, que deberá decidir detenerse allí o continuar la investigación sobre la vida de Hamel. Luego habrá que sellar los archivos con el sello del obispo. Y ahí finalizará la fase diocesana de la prueba.
Por último, los archivos viajarán a Roma donde la Congregación para las Causas de los Santos será la encargada de revisar todos los documentos y hacer un informe con opinión consultiva al Papa.
