La Sala de Prensa de la Santa Sede ha publicado hoy, 30 de julio, en su boletín diario la renuncia al cargo de arzobispo de Adelaida (Australia) de Philip Wilson, y la aceptación del papa Francisco de la misma. Wilson ha sido condenado recientemente a un año de prisión por encubrimiento de abusos a menores, tras lo que varios obispos del país pidieron su renuncia, incluido el nuevo arzobispo de Melbourne, la diócesis más grande de Australia. Finalmente, ha cedido a las presiones y ha renunciado a la mitra sin esperar a que se resuelva su apelación a la condena.
El pasado 3 de junio el Papa apartó a Wilson de sus funciones a la espera de sentencia al nombrar administrador apostólico de Adelaida al obispo de la diócesis vecina de Port Pirie, Gregory o’Kelly, quien ya ejerció allí como auxiliar años atrás. A pesar de esto, Wilson se negaba a renunciar al cargo de arzobispo, ya que quería recurrir la sentencia que pesa sobre él y pensaba esperar hasta el final del proceso, algo que finalmente no ha hecho.
Pronunciamiento judicial a finales de agosto
El ya arzobispo emérito, de 67 años, fue condenado el pasado 2 de julio a un año de prisión por encubrir los abusos a dos monaguillos por parte del sacerdote ya fallecido James Fletcher en la década de 1970. La defensa de Wilson, que siempre ha defendido su inocencia afirmando que desconocía los hechos, ha alegado que sufre diabetes y alzheimer para que, en caso de que la sentencia se convierta en firme tras la apelación, el prelado no vaya a la cárcel, sino que cumpla su condena en arresto domiciliario. Se espera que el juez se pronuncie al respecto a finales de agosto.
El proceso ha convertido a Wilson en el miembro de mayor jerarquía de la Iglesia católica en ser procesado por encubrimiento de abusos junto a su compatriota y miembro del C-9 el cardenal George Pell, cuyo juicio, también por encubrimiento, se está desarrollando desde hace meses a puerta cerrada.