México

Crece en Latinoamérica el acompañamiento espiritual para novios

“El mensaje evangélico sobre el Matrimonio sigue siendo el mismo, lo que ha cambiado son las formas de comunicarlo a los jóvenes”, aseguran los coordinadores de Encuentro de Novios México





Hace 40 años, llegó de Estados Unidos a México el movimiento Encuentro Católico de Novios, con el objetivo de acompañar a las parejas en su preparación al sacramento del Matrimonio y formarlas en sus primeros años de casados. Su método ha sido todo un éxito, tanto, que actualmente se lleva a cabo en 36 diócesis mexicanas –14 más están por implementarlo–, y en varias Iglesias particulares de Latinoamérica también han comenzado a emplearlo.

El método es eficaz: se lleva a cabo mediante diferentes tipos de encuentros –‘Fin de semana de novios’, talleres mensuales, encuentros periódicos de comunidad, encuentros nacionales cada tres años– a través de los cuales se acompaña a las parejas para que descubran qué quiere Dios de ellas. Actualmente 30 países alrededor del mundo trabajan sobre este método.

Matrimonio, un camino de santidad

En entrevista para Vida Nueva, José y Alejandra Pacheco, quienes junto con el sacerdote Manuel Ramírez Retana, han coordinado durante los últimos dos años y medio este movimiento a nivel nacional, explican que lo primero que deben comprender todas las parejas que se preparan para el Matrimonio, es que éste es un camino de santidad en el que habrá cruces, batallas y esfuerzos, y por lo mismo Dios da una gracia santificante a quienes se unen bajo este sacramento.

Lamentaron que cada vez más jóvenes rehúyan a asumir un compromiso de esta naturaleza, y señalaron que esto se debe a que la sociedad actual vive en una cultura de lo inmediato; “cuando decimos que el Matrimonio es un proyecto para toda la vida, a muchos no se les antoja porque no saben cultivar las cosas, no tienen paciencia para cultivar el amor; es por eso que no les atrae, mucho menos a las generaciones que han visto fracasar matrimonios cercanos”.

Por ello, la misión de este movimiento hoy más que nunca resulta fundamental. No hay nada nuevo bajo el sol –explican– pues “el mensaje evangélico sobre el Matrimonio sigue siendo el mismo, lo que ha cambiado son las formas de comunicarlo a los jóvenes”.

Añadieron: “el mensaje ahora tiene que ser muy breve, y a través de los medios en los que se mueven los jóvenes, pero sin dejar de ser fieles a la misión, y mostrando siempre la belleza del Matrimonio y de la familia en estos tiempos”.

Construyendo cimientos fuertes

En medio de una sociedad debilitada en sus estructuras, Encuentro de Novios México se esfuerza por construir cimientos fuertes, es decir, desde la familia, formando parejas felices y unidades, que han encontrado en Cristo su alegría, su fuerza y su proyecto de salvación. 

En este sentido, el reto principal del movimiento es seguir promoviendo que Cristo esté presente en cada familia: “el papa Francisco nos lo ha dicho: ‘proclamen la buena nueva del Matrimonio, es un proyecto de salvación, de santidad; díganselo a los jóvenes’. Y eso es precisamente lo que les queremos transmitir a los chicos de Encuentro de Novios: les pedimos que no tengan miedo al dolor, porque seguro que lo habrá; pero también habrá salvación, redención y gloria para Dios. Les pedimos que dialoguen mucho y que se entreguen todos los días para que el otro tenga vida”. 

Coordinadores de Encuentro de Novios México, Alejandra y José Pacheco

Nuevo material de trabajo

José y Alejandra destacaron que Encuentro de Novios México, movimiento que agrupa a unos mil 300 matrimonios, viene trabajando desde marzo de este año con un nuevo material editado por PPC: “Estábamos utilizando un material de trabajo cuyo diseño era de hace una década; ahora hemos tenido que renovar nuestro lenguaje, innovar y transmitir con mayor fidelidad, eficacia y calidez el Evangelio de Cristo; cambiamos los íconos y las formas de redactar las preguntas, así como la presentación”.

Para los coordinadores del movimiento, la relación con esta casa editorial ha sido exitosa, pues se logró generar un material que las parejas entienden muy bien, lo cual facilita el trabajo. Próximamente –añadieron– “saldrán a la luz dos nuevas publicaciones escritas, con métodos distintos, para llegar a más parejas que, a su vez, ayudarán a acompañar a más matrimonios”.

“Tenemos que buscar nuevas formas de comunicación, y por ello estamos trabajando con PPC; las publicaciones tendrán vínculos a audios y videos de internet, de tal manera que lo que se haga en grupo, lo podrán aplicar las parejas en casa”. 

Aseguraron que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ya conoce estos materiales de trabajo, pues les fueron entregados para su respectiva revisión y evaluación. “La idea es ir siempre de la mano de nuestros pastores”, dijeron, y además señalaron que al finalizar su más reciente Encuentro Nacional de Novios, Alonso Garza Treviño, obispo de Piedras Negras y responsable de la Dimensión Familia de la CEM, les dio una carta de recomendación para todos los obispos de México, en la que el organismo recomiendan el “Fin de semana de novios” a todas las diócesis, por ser una herramienta efectiva para los matrimonios.

Una experiencia renovadora

Del 20 al 22 de julio, Encuentro de Novios México celebró su VIII Encuentro Nacional en Monterrey, con el lema “Compartiendo la alegría del amor en familia”, una experiencia “renovadora y enriquecedora”, a la que llegaron parejas de 34 diócesis del país, e incluso de Centroamérica, con un total de mil 49 personas.

Para los Coordinadores de Encuentro de Novios México, lo expuesto en el evento les hizo saber que van en el sentido correcto, toda vez que durante los últimos años han trabajado en la depuración de las estructuras del movimiento: “La encíclica Evangeli Gaudium del papa Francisco nos dice que tenemos que anunciar a Cristo con alegría, y para poder hacerlo mejor, los movimientos eclesiales debemos revisar nuestras estructuras y quitar aquellas obsoletas que no dan vida, que no tienen riqueza ni razón de ser, y que son un estorbo”.

“Fue un encuentro de familia, donde experimentamos la maravilla de los abrazos y de la disposición genuina. Desde que uno es recibido por la familia que lo va a hospedar, se comienza a vivir la caridad y el amor; no somos familias perfectas, pero con nuestras imperfecciones abrazamos este proyecto que es de Dios, y luchamos por perfeccionar nuestra amor”, concluyeron.

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