El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha sido el primer alto cargo de la Iglesia española en reaccionar a la reforma del Catecismo que ahora condena sin paliativos la pena de muerte. Lo ha hecho a través de Twitter, donde ha expresado el apoyo de la Conferencia Episcopal a esta nueva medida.
Este cambio, que el Papa anunció hace tiempo, se hizo definitivo ayer después de que la Congregación para la Doctrina de la Fe publicara el nuevo texto, que reza: “La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo”. El cardenal prefecto de Doctrina de la Fe, Luis F. Ladaria, señalaba en la carta que acompaña a la publicación que lo inadmisible de esta pena reside en que se arrebata a una persona toda posibilidad de redimirse, y que este cambio en el Catecismo es resultado de la evolución natural del magisterio de los tres últimos Pontífices.
Vatican News publica una entrevista al cardenal Petter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, realizada por La Civiltà Cattolica, en la que repasa la situación actual del mundo laboral. En primer lugar, el purpurado afirma que solamente se puede hablar de trabajo digno “si la dignidad de la persona es respetada en el contexto laboral”. Así, ha evidenciado la existencia de trabajos indignos, categoría en la que se incluyen “los que alimentan las guerras con la construcción de armas, que venden el valor del cuerpo con el tráfico de la prostitución o explotan a los niños”, pero también “el trabajo en negro, los trabajos que discriminan a las mujeres y aquellos que no incluyen a los discapacitados”.
Turkson recuerda que “el hombre no puede vivir sin trabajo, porque el trabajo es lo que le permite darse cuenta de la plenitud de su dignidad humana”, y en este sentido, ha reiterado la función de la Iglesia de “denunciar contextos ocupacionales en los que no existen condiciones de trabajo dignas”. También ha pedido que los salarios de los trabajadores sean justos, suficientes para que puedan gozar de un desarrollo integral y de sustentar a una familia en caso de que la tengan.
Por último, el cardenal anima a todos los jóvenes desempleados, especialmente a los que se han rendido en la búsqueda de trabajo, a “no darse por vencidos, a continuar comprometiéndose, a estudiar, a sacrificarse, a estimular su espíritu de iniciativa y colaboración (…) Jóvenes, sed fuertes y perseverantes en la búsqueda de trabajo y no os dejéis desanimar”.
Un estudio realizado en Estados Unidos ha revelado que el 77% de los superiores provinciales creen que es “teóricamente posible” ordenar mujeres diaconisas. El estudio, llevado a cabo por la Universidad de Georgetown, tiene forma de encuesta, enviada a los 777 superiores que se encuentran en la nación, de los que respondieron 385, algo más del 50%, y los resultados, de los que se hace eco el National Catholic Reporter, fueron publicados ayer, 2 de agosto, en el segundo aniversario de la creación de la comisión que estudia el diaconado femenino por el papa Francisco.
La encuesta muestra también que un 72% de los que respondieron creen que la Iglesia debería autorizar dichas ordenaciones, y un 76% que hacerlo enriquecería a la Iglesia y sería beneficioso para su misión. Finalmente casi la mitad, un 45% de ellos, cree que la Iglesia restaurará esta práctica que se remonta al paleocristianismo.