El superior general de la Orden Franciscana de Frailes Menores, Michael Anthony Perry, valoró la actitud de los políticos europeos ante la inmigración durante la fiesta del Perdón de Asís. “Hoy más que nunca la fiesta del perdón nos invita a comprometernos por la vida de todos aquellos que sufren en el mundo. Los políticos actuales son dados a la búsqueda de consenso desde el populismo por lo que corren el riesgo de conducir a este mundo a cerrarse en sí mismo y al egoísmo“. Pide como alternativa “retornar a las raíces de nuestra fe”, algo que “nos pide el Señor”.
Tras las deslucidas actuaciones del Gobierno italiano en materia de inmigración, Perry afirma en Agencia SIR que esta política hermética “la provocan ‘miedos’ que no se fundan en datos reales, sino en interpretaciones a menudo erróneas que amenazan con desatar la histeria colectiva”. Histeria que, lamenta, puede llevarnos a tratar a los extranjeros no como personas, sino como “animales o salvajes”.
La Iglesia costarricense ha comenzado a trabajar para ayudar a sus vecinos del norte, los nicaragüenses, a afrontar la difícil crisis que atraviesa el país. No solamente con apoyo espiritual, sino con ayuda física que se concreta en los centros para refugiados que está abriendo. La primera diócesis en actuar ha sido la de Quesada, que ya cuenta con dos centros de este tipo en los que acoge a refugiados que huyen de la violencia de Nicaragua, ofreciendo comida, ropa y orientación a todos los que quieran pasar por allí, y estarán abiertos a partir del lunes entre las 10 de la mañana y la 1 de la madrugada, según ha anunciado el obispo José Manuel Garita.
Según informa CRUX, el obispo también ha pedido a los fieles de la diócesis que colaboren si pueden con sus donaciones, sean de dinero, ropa o alimentos, para lo que habrá una campaña especial de colecta durante los próximos días. Garita explicó que la apertura de estos centros es su forma de “responder, de acuerdo con nuestras posibilidades actuales, a la emergencia humanitaria de la llegada masiva de nicaragüenses a nuestra comunidad”.
El cardenal presidente de la REPAM, Claudio Hummes, y el obispo de Roraima, Mário Antônio da Silva, han firmado un comunicado conjunto para defender al Servicio Jesuita a Migrantes y Refugiados de ciertas acusaciones que se han vertido contra él en los últimos días en Brasil. El SJMR es parte de las iniciativas que actualmente se dan en el país de apoyo a inmigrantes, especialmente a los venezolanos que se han visto obligados a huir de la crisis humanitaria. Concretamente se encarga -además de acoger a muchos de ellos- de asesorarles jurídicamente y ayudarles a regularizar su situación en el nuevo país.
Sin embargo, según informa Vatican News, hace unos días se difundió un vídeo en el que un miembro del SJMR informa a una familia de venezolanos de que deben desalojar un local que ocupan por orden del juez, explicando a los afectados los motivos y procesos de la ley en Brasil. Dicho vídeo se ha divulgado en las redes sociales presentando al SJMR como culpable del desalojo, acompañado por insinuaciones de xenofobia y maltrato a los inmigrantes, lo que ya ha provocado amenazas a trabajadores y clérigos de la zona.
Esto es lo que ha llevado a Hummes y da Silva a salir en defensa de SJMR, recordando que es el Estado y no la Iglesia quien desaloja a los migrantes, y este trabajador simplemente cumplía su deber de asesorar a la familia, algo que se ha “descontextualizado incentivando el odio y la xenofobia”. Por ello reafirman “nuestro compromiso en la defensa de la vida, de la dignidad y del respeto de las diferencias”, afirmando que “somos una sociedad acogedora, solidaria y abierta” y “haciendo una petición especial para un uso responsable y maduro de las redes sociales”.