Encuentro y Solidaridad es una sociedad de laicos y sacerdotes que prácticamente acaba de nacer, ya que su primera asamblea nacional tendrá lugar esta misma semana. Vida Nueva ha hablado con Rodrigo Lastra, de la asociación, quien ha explicado de dónde surge la idea y los objetivos de la misma. “Nace como respuesta a la llamada del papa Francisco de ir a las periferias a crear la cultura del encuentro, de una Iglesia en salida“. Sin embargo, no aparecen sin más, Rodrigo explica que muchos de sus miembros vienen de otros sectores como el apostolado obrero o el Movimiento Cultural Cristiano.
Desde esas raíces compartidas, varios quisieron tomar otro camino en respuesta al Papa, y finalmente la Conferencia Episcopal aprobó sus estatutos el pasado 16 de abril. “El objetivo fundamental es la formación de un laicado adulto que se implique en la construcción de un mundo que ahora es de descarte, de desencuentro, pero que también está lleno de solidaridad”. Así, Encuentro y Solidaridad busca formar laicos “que se comprometan en lo específicamente laical, que es su profesión” y ya cuenta con una enorme variedad, con trabajadores de campos como los sindicatos, la política o la cultura.
Estos días han organizado una serie de encuentros en casa Emaús, en Toremocha del Jarama, en los que se ha tratado la solidaridad hoy en día, vista desde estas distintas profesiones. Así, entre los ponentes hay médicos, jueces, economistas… Pero también están presentes las periferias, en este cao de mano del sacerdote eritreo Mussei Zerai, candidato al Nobel de la Paz, quien se deja la piel por salvar a los inmigrantes que buscan cruzar el estrecho, desde su exilio en Roma, ya que su propio país le ha prohibido la entrada por lo incómodo que le resulta que alguien denuncie los problemas reales de las personas.
Oración y acción
Estos encuentros cuentan con ejercicios espirituales en la primera jornada, algo que Rodrigo explica consideran muy importante, ya que “oración y acción van siempre de la mano en la vida del cristiano“. Dichos ejercicios demuestran que, aparte de la sociedad civil, cuentan con el apoyo de la Iglesia, ya que los ha dirigido el obispo emérito de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
Esta idea de oración y acción se plasma en las propias jornadas, que son unos días de reflexión sobre cómo implementar la solidaridad hoy en España, en nuestras casas y trabajos, en los que participan más de 100 personas reflejo de la sociedad, de estudiantes a profesionales, familias, migrantes e incluso pensionistas. Tras estos días, en la que será la primera asamblea nacional, se tomarán decisiones concretas de acción para aplicarlas en todo el territorio español buscando favorecer esa cultura del encuentro, asamblea que clausurarán de nuevo dos obispos, el de Guadalajara-Sigüenza, Atilano Rodríguez y el auxiliar de Valladolid, Luis Argüello.
Una sociedad pues que a pesar de su juventud ya lleva un buen trecho recorrido, y cuyas ideas, ajustadas al magisterio del papa Francisco, son sin duda fundamentales en la sociedad española -y global- para, uniendo oración y acción, dar voz a los necesitados y fomentar una cultura del encuentro empezando por la vida cotidiana pero siempre mirando hacia las periferias del mundo.