Será una de las varias actividades de la Primera Jornada Nacional de la Juventud Mexicana a la que han convocado los obispos del país a manera de preparación para el próximo Sínodo de los Obispos
La Iglesia mexicana tendrá un fin de semana muy acelerado. Y es que, cientos de jóvenes católicos de diferentes partes del país se reunirán en la Ciudad de México para celebrar la Primera Jornada Nacional de la Juventud, con una serie de actividades que concluirán con una velada y una celebración eucarística en la Basílica de Guadalupe.
De acuerdo con el itinerario difundido por la Dimensión Episcopal Mexicana para la Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ), los participantes comenzarán a llegar el próximo viernes 10 de agosto a la Ciudad de México, donde serán alojados en parroquias de las ocho vicarías episcopales en que está dividida la Arquidiócesis capitalina.
El sábado 11 de agosto, desde muy temprano, se concentrarán en una de las cinco subsedes que se han establecido a lo largo del territorio arquidiocesano, con la finalidad de participar en diferentes actividades de integración y formación, pero sobre todo, de la catequesis que será impartida por los propios obispos auxiliares de la Arquidiócesis y por algunos ponentes invitados.
A partir de las tres de la tarde del sábado, los jóvenes dejarán las subsedes para reunirse en el Monumento a la Revolución, desde donde partirán a la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, a fin de celebrar una de las actividades más esperadas: una velada de oración en la que, de manera muy especial, se pedirá a la Virgen Morena por los jóvenes mexicanos. Esta velada concluirá con la celebración eucarística en punto de las 12:00 horas del domingo, la cual sería presidida por el cardenal Carlos Aguiar Retes.
La Primera Jornada Nacional de la Juventud Mexicana se enmarca dentro del Año Juvenil que vive la Iglesia católica en el país, “como una manifestación concreta de la opción preferencial que la Iglesia en México hace por la Evangelización de la Juventud y de la profunda convicción de que son los jóvenes un verdadero potencial para el presente y el futuro de la Evangelización en el mundo”.
Y a su vez, el Año de la Juventud ha sido convocado con motivo del próximo Sínodo de los Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se celebrará en octubre próximo en Roma, así como la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá verificativo en Panamá a principios del año próximo.
Para la Iglesia católica en el país es muy importante que se entienda que el próximo sínodo puede dar una nueva manera de pensar en relación con los jóvenes. “Es una oportunidad para que los jóvenes sean escuchados por los sacerdotes, los obispos y el Papa; para aceptar con humildad todo lo que el sínodo puede aportar a la Iglesia en México en relación a la evangelización de los jóvenes”, ha dicho Armando Pérez Talamantes, obispo responsable de la DEMPAJ, quien también ha insistido en que el sínodo sea vivido como un auténtico proceso pastoral, y no sólo como un acontecimiento puntual.
“Ha de ser asumido como un momento de gracia extraordinario, dentro del proceso que vivimos como país en la Pastoral Juvenil. El sínodo puede dar una nueva dinámica al trabajo de la Pastoral Juvenil y Vocacional, y fortalecerá el proceso de revitalización de la Pastoral Juvenil en México”, señala en el documento “El camino de los jóvenes hacia el Sínodo”, publicado en la página de la Conferencia del Episcopado Mexicano.