Si hace unos días se hacía pública una carta del Papa al Episcopado chileno en la que aplaudía las recientes medidas que se están adoptando en el país tras los contínuos escándalos de abusos por parte de consagrados, hace unas horas la Santa Sede daba a conocer que durante la mañana del viernes Francisco se reunió en el Vaticano con los dos representantes del Consejo de Prevención de Abusos.
Tanto la portavoz de las víctimas chilenas, Ana María Celis, como el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio, llegaron a Roma el pasado lunes 6 de agosto y a lo largo de cinco días mantuvieron diversas reuniones con distintos departamentos de la Santa Sede para ahondar en los nuevos protocolos de actuación, como facilitar la entrega de información a la Fiscalía chilena sobre las denuncias efectuadas.
“El objetivo del encuentro era informarse e intercambiar opiniones sobre los pasos que se están dando en Chile para afrontar los casos de abuso y para prevenir que no vuelvan a suceder”, explica la Santa Sede en un comunicado en el que se subraya que “un punto importante de la conversación ha sido el sufrimiento de las víctimas y la necesidad de hallar consuelo y reparación”. En esta misma línea, el texto deja claro que el Papa argentino mostró un especial interés en que la Iglesia chilena “siga aclarando todos los interrogantes para que se pueda dar una respuesta justa a cada uno”.
