Cono Sur

Para católicos y evangélicos “no hay nada que celebrar” tras la división social argentina

  • Acompañar a las mujeres con embarazos no deseados y en situación más vulnerable, prioridad para las diferentes iglesias cristianas del país austral
  • El pastor protestante Jorge Gómez ha llamado “a redoblar los esfuerzos para encontrar caminos de vida para enfrentar tanto dolor”





Las distintas confesiones religiosas presentes en Argentina han participado en distintas marchas y concentraciones para evitar que el senado aprobase la ley de despenalización del aborto. Tras la intensa votación que ha tumbado la ley el pasado miércoles por la noche, tanto los obispos católicos como diferentes líderes de los diferentes cultos evangélicos coinciden en que toca trabajar por la reconciliación y el diálogo tras la fractura que ha quedado en evidencia entre los próvida y los favorables a la ley abortista.

Mucho que acompañar

Para las confesiones, “todavía no se ha discutido cómo haremos para acompañar los embarazos no deseados, ayudar a las mujeres con problemas a no tener que llegar al extremo del aborto, facilitar la adopción, prevenir el embarazo adolescente, fomentar una paternidad responsable y mejorar el acceso a la salud de las mujeres pobres”, según ha recogido el diario ‘La Nación’ a partir de las propuestas que el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Óscar Ojea.

“Como sociedad argentina nos toca ahora asumir y trabajar las nuevas divisiones surgidas entre nosotros a partir de este proyecto, a través de un renovado ejercicio del diálogo”, señalaba el cardenal Poli. En la misma línea, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), ha reclamado agilizar los procesos legales para permitir la adopción del niño por nacer desde el momento de la concepción. “Llamamos a redoblar los esfuerzos para encontrar caminos de vida para enfrentar tanto dolor”, según el pastor Jorge Gómez, director general de Aciera.

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