Verano es sinónimo de vacaciones. Y el historiador Txema Logroño Zubillaga (Hernani, Guipúzcoa, 1966) nos propone “huir de lo tradicional” para descubrir otro modo de viajar por “el amplio patrimonio religioso, histórico y cultural” de nuestro país. Lo hace de la mano de su última obra: ‘100 destinos en España con la gracia de Dios’ (CREO), un “complemento a las guías tradicionales” que se asoma a las “raíces cristianas” de tantos “lugares especiales” cuyos aspectos religiosos a veces se ignoran. Porque, si bien “no existe un turismo espiritual como tal, sí hay lugares cristianos muy visitados que atraen a los turistas por diversas causas”, reconoce este profesor de Religión en un instituto navarro.
PREGUNTA.- ¿Cómo surge la idea de elaborar una guía de estas características?
RESPUESTA.- La idea surge del afán por que los lectores conozcan y sepan el amplio patrimonio religioso, histórico y cultural de la Península Ibérica, muchas veces desconocido. Y es que España es un país por descubrir.
P.- ¿Qué criterios ha empleado para seleccionar el centenar de destinos que incluye?
R.- El criterio han sido aquellos lugares que tuvieran una leyenda concreta, una tradición especial o unas reliquias determinadas. También están recogidos lugares muy conocidos, pero he intentado huir de lo tradicional. Prima el descubrir lugares poco visitados en general.
Un complemento a las guías tradicionales
P.- ¿Aspira a ser un complemento de las guías convencionales o está concebida para viajes menos convencionales?
R.- Puede ser un complemento a las guías tradicionales, en la medida en que, en aquellas, a veces se ignoran elementos y aspectos religiosos dignos de tenerse en cuenta. En esta guía se intenta llegar a conocer cómo fueron las raíces cristianas de España.
P.- Si el turismo cultural suele perder la batalla frente a las vacaciones de playa o montaña, alguien podría pensar que el “turismo espiritual” es casi una quimera…
R.- ¿Quimera el turismo espiritual, con 300.000 peregrinos llegados a Santiago de Compostela en el año 2017? Los lugares propuestos son, muchos de ellos, focos de atracción para creyentes y no tanto. El Pilar, Montserrat, Aránzazu, la catedral de Córdoba, el Rocío… Quien va Zaragoza no deja de ver el Pilar, quien va a Sevilla se detiene en su catedral… No existe un turismo espiritual como tal, pero sí lugares cristianos muy visitados que atraen a los turistas por diversas causas.
P.- ¿Ha descubierto preparando estas páginas algún rincón de España que nos estemos perdiendo por no salirnos de las rutas recomendadas habitualmente?
R.- Muchos, los menos conocidos, pero los más bellos por su ubicación, su origen, sus paisajes, sus leyendas… Lugares importantes para los habitantes que habitan en sus comarcas que los conservan, no solamente de forma material, sino con su fe y sus devociones. En muchos de ellos el viajero no puede dejar de pensar en la grandeza de la Creación.
P.- ¿Hace falta ser creyente para interesarse por esta guía? ¿A qué perfil de lector puede resultarle especialmente útil?
R.- No hace falta ser creyente para leer y disfrutar con esta guía. Hace falta tener curiosidad por saber, por conocer, con la mente abierta a las sensaciones que surgen en esos lugares tan especiales…, tocados por la gracia de Dios. Cualquiera puede aprender nuevas cosas sin tener fe. El porqué de como unos hombres y mujeres fueron capaces de realizar construcciones tan bellas, por su fe cristiana, es una buena pregunta para aquellos que no están cerca de Dios. Esta guía es una buena forma de llegar a esas periferias a las que se refiere el papa Francisco.
