La noche del pasado sábado 11 de agosto, la Arquidiócesis de San Luis Potosí vivió un hecho insólito luego de que un hombre amagara con un arma blanca a una religiosa que vendía pays para ayudar a su congregación. Por fortuna, al verse acorralado por el párroco y algunos feligreses, el individuo salió huyendo del templo.
Los hechos ocurrieron en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, en el Barrio de Tequisquiapan, mientras el vicario Aarón Escobar celebraba la Misa de las 20:00 horas. El agresor, vestido con ropa vaquera, comenzó a gritar consignas en contra de la Iglesia católica y llamaba a la conversión a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Último Días (Mormones). Posteriormente sometió con un cuchillo a la religiosa, que pertenece a la Congregación de las Discípulas de Jesús.
Explica el párroco Rubén Pérez Ortiz que él se encontraba en el confesionario cuando comenzó a escuchar murmullos y vio que la gente corría. Viendo de frente lo que estaba ocurriendo, él y varias personas comenzaron a caminar lentamente hacia el hombre que tenía amagada a la religiosa.
Por su parte, el sacerdote que estaba celebrando comenzó a rezar el Ave María junto con los fieles que se quedaron en el templo. “Cuando el sujeto se sintió acorralado, aventó a la religiosa y corrió. De manera impresionante, muchos jóvenes salieron detrás de él para evitar que se escapara”, narra.
Finalmente, el hombre fue aprehendido por los fieles mientras cruzaba la avenida Carranza, frente a la iglesia. Apunta el párroco: “pude ver la indignación de la gente, que por poco lo linchan. Gracias a Dios, al llamar al 911, a la primera me contestaron, y todo coincidió porque dos patrullas se acercaron al momento, y lo aseguraron”.
El sacerdote afirma que la religiosa se encuentra bien, y que todo se quedó en un gran susto, toda vez que no sabían de momento cómo actuar por el riesgo de que el individuo pudiera dañar a la hermana. “Valdría mucho la pena hacer una lectura que nos permita reflexionar y tomar medidas preventivas y de actuación ante hechos tan desafortunados”, dijo.
Por lo pronto, el padre Rubén Pérez hizo un llamado a su comunidad a que este tipo de sucesos no les roben la paz y ni los desalienten a continuar buscando a Dios.
“Esto nos debe ayudar a ser más prudentes en nuestro actuar de cada día, y saber lo vulnerable que estamos ante un mundo cada vez más violentado e intolerante”, concluyó a través de un mensaje difundido a la feligresía por la aplicación ‘WhatsApp’, en el que también dio cuenta que ya se presentó la respectiva denuncia penal en la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Por su parte, según la prensa local, el arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero, en el marco de una misa con motivo de la Jornada Diocesana de la Juventud en el Seminario Mayor, aseguró que si bien no se justifica el hecho, la agresión a una religiosa en la parroquia de Tequisquiapan es el resultado de la desesperación cuando no hay oportunidades para los jóvenes, y consideró que posiblemente el individuo habría ingerido alguna sustancia tóxica.