Sensible ante la grave crisis humanitaria que padecen miles de daminificados azotados por el invierno en el oriente colombiano, la Iglesia colombiana ha hecho un llamado a la solidaridad, particularmente frente a la situación que afrontan los departamentos de Guainía y Vichada.
“En la Iglesia, el dolor de unos lo sentimos todos”, ha dicho el obispo del vicariato apostólico de Puerto Carreño, Francisco Antonio Ceballos Escobar, quien desde inicios de este mes lidera una campaña para salir al paso a la emergencia que afrontan casi 6.000 familias en municipios declarados en calamidad pública, como Puerto Carreño, Cumaribo y Santa Rosalía, aunque La Primavera también ha sido fuertemente afectada, según ha informado Cáritas colombiana.
“Ayúdanos a ayudar”, clama el obispo Ceballos, frente al triste panorama que dejan las crecientes de los ríos en buena parte de la Orinoquía en una de las olas invernales más recias de los últimos 40 años, cuando miles de personas lo han perdido todo: cultivos, vivienda, ropa, enseres, animales…
La diócesis de Yopal, por su parte, también ha heho un llamado a la solidaridad a través de la campaña “Unamos nuestros corazones por los damnificados por el invierno”, que busca recaudar fondos y alimentos no perecederos, lo mismo que elementos de aseo para los habitantes de Guainía y Vichada.
El propio obispo de Yopal, Edgar Aristizábal Quintero, a través de un video-mensaje, invita a reflexionar en las obras de misericordia: “tuve hambre, tuve sed, estuve desnudo…”, enfatizando “en la situación que viven muchos hermanos en Colombia, particularmente en algunos de los vicariatos apostólicos en Puerto Carreño, en Puerto Inírida”.
“La invitación, como Iglesia, es para que vivamos la caridad con ellos”, recuerda Aristizábal, apelando a la insistencia del papa Francisco: “el cristianismo es para ser practicado, si no tenemos obras concretas es inútil hablar del amor a Dios”.
Para traducir el amor a Dios, en el amor al hermano, “en especial al más necesitado”, el obispo de Yopal invita a “permanecer unidos en la oración, pero también en la solidaridad, con aportes económicos y bienes no perecederos para ayudar a estos hermanos que a causa del invierno tan fuerte que están sufriendo” en estos dos vicariatos.
Foto: María de Fátima Novoa / Agropesca