En su intento de que sea un momento de encuentro real para todas las familias, partiendo de la idea de la encarnación en la diversidad, el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) de Dublín tampoco rehúye una penosa situación que ha afectado a muchas familias: los abusos sexuales infringidos durante décadas a menores, en muchos casos por parte de sacerdotes y religiosos.
En este sentido, el foco se va a poner por todo lo alto, pues una de las principales ponentes en la semana de trabajo previa a la llegada de Francisco a Dublín es Marie Collins, irlandesa que en su día fue víctima de la pedofilia en el seno de la Iglesia y que, en los últimos años, se ha convertido en un símbolo de denuncia de las obstrucciones eclesiales internas.
Abandonó la comisión vaticana
Y es que, tras ser integrada por el cardenal de Boston, Seán Patrick O’Malley, en la comisión vaticana impulsada por Francisco para la defensa de los menores, Collins acabó renunciando en 2017 a su cargo (como otros miembros de la institución que también habían sido abusados en su infancia), denunciando que, desde diferentes ámbitos de la Curia, se obstaculizaba en la práctica el esclarecimiento de cientos de casos que forman parte de esta lacra.
Ahora, en un encuentro mundial de estas características, no pasa por alto el hecho de que Collins participe como ponente, el viernes 24 de agosto, en un panel titulado ‘La protección de niños y adultos vulnerables’, acompañada por Barbara Thorp, ex directora de la Oficina de Apoyo Pastoral y Protección Infantil de la Archidiócesis de Boston; la baronesa inglesa Sheila Hollins, ex miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores; y el filipino Gabriel Dy-Liacco, actual miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.
En la charla estaba anunciado también el propio cardenal O’Malley, pero a última hora se ha visto obligado a anunciar su renuncia al tener que permanecer en Boston, precisamente, tratando de poner luz en una crisis interna, pues han surgido denuncias sobre casos de abusos en el seminario diocesano.
El encuentro que desea Francisco
Igualmente, ha trascendido que el papa Francisco ha expresado a los organizadores su intención de que le busquen un momento aparte para entrevistarse personalmente con víctimas de la pederastia, un fenómeno especialmente grave durante décadas en Irlanda y que en su día llevó a Benedicto XVI a dirigir una carta de perdón a los ciudadanos del país.
El arzobispo de Dublín, Diamud Martin, ha reconocido que “sería grandioso que pudiera conocer a algunas de las víctimas o sobrevivientes de ese grupo”, aunque ha matizado que “el tiempo de la agenda es muy apretado”.
Más allá de que finalmente se produzca o no este encuentro, lo que es seguro, como ha explicado el propio Martin, es que el de los abusos será uno de los puntos abordados en los discursos papales en Dublín: “El Papa hablará de las diversas formas de abusos, no solo el clerical, sino también del que se da en las instituciones o en los hogares para madres y sus bebés”.
Marcha de Amnistía Internacional
Significativamente, Amnistía Internacional ha convocado para el 26 de agosto en Dublín, ya con Francisco en suelo irlandés, una marcha para denunciar los abusos en la Iglesia. A la misma asistirá Marie Collins, quien ha explicado a través de Twitter que, más que una “protesta”, es una “muestra de solidaridad” con las víctimas de este crimen.
The #Stand4Truth event on Sunday 26th will I hope be a huge gathering of victims, survivors, their families and many others. As @Colmogorman has said not a protest but show of solidarity. The Church may wish to make survivors invisible but they will not succeed.
— Marie Collins (@marielco) 19 de agosto de 2018
De este modo, Collins responde a quienes critican su presencia en el EMF y en el acto de Amnistía Internacional: “La Iglesia puede desear que los sobrevivientes sean invisibles, pero no lo lograrán”.