Patricio Larrosa es un sacerdote español, de la diócesis de Guadix-Baza, que se fue de misiones a honduras hace 26 años, en lo que se suponía iba a ser una estancia temporal de un par de años como mucho. Sin embargo, lo que vio allí le impactó tanto que no quiso volver, y poco después fundó la ONG Asociación Colaboración y Esfuerzo (ACOES) que, centrándose en proyectos educativos, “fomenta la solidaridad y trabaja para la educación y el desarrollo integral del ser humano en los sectores de población más desfavorecidos”, y que ayuda a alrededor de 11.500 jóvenes del país.
Todo surgió en 1996, mientras la parroquia buscaba material escolar para niños y jóvenes. Una fundación les denegó esta ayuda porque legalmente no era posible dársela a menos que constituyeran una organización. Así nació ACOES, simplemente para conseguir estos libros. “Yo pensé que ahí terminaba -afirma el sacerdote- pero se fue inflando y llenando de gente. Pero nuestro centro fundamental es el proyecto de Jesús, el proyecto de su Reino, el de construir una ciudad nueva, una familia humana y ACOES es la herramienta para poder conseguirlo”.
Larrosa también explica que el objetivo principal de la asociación es crear “una sociedad justa” en la que se respete la dignidad de todas las personas de forma que “todos tengan para comer, puedan estudiar y formarse” pero sobre todo “aprender a ayudarnos los unos a los otros”. Así, se podría decir que su lema es la frase “aprende a compartir”, que resuena continuamente en la asociación y que como dice el propio fundador: “Está muy relacionada con el mensaje del Evangelio y de Jesús”.
Aunque el trabajo de ACOES se centra especialmente en un sector concreto, que es el de la educación en zonas marginales, donde casa por casa y escuela por escuela buscan personalmente a los niños con mayores dificultades y se les ofrece todas las posibilidades para estudiar, así como desayuno, comida y merienda.
En la actualidad cuentan con 18 guarderías a las que asisten unos 1.300 niños, y 4 escuelas con 4.500 alumnos, además de otros 3.000 alumnos de la escuela pública a los que atienden. También han construido varias casas para albergar a los estudiantes que provienen de aldeas más lejanas, y todo ello a base de voluntariado y donaciones. Porque nadie de la asociación cobra por el trabajo, es 100% voluntario, y el sacerdote recuerda que “el peso de ACOES lo llevan los voluntarios de aquí (más de 700)”, ya que la parroquia está abierta para todo el que quiera colaborar. Incluso los que no tienen recursos “aportan su tiempo y su trabajo y son gente muy generosa que también impulsan la misión en Honduras“. Aunque también recuerda que se puede colaborar desde España a través de la página web.
Finalmente, el sacerdote insiste en que la mayor necesidad del país (y del mundo) es aprender a compartir “es una asignatura que habría que poner en todos los colegios, porque se nos ha enseñado a ganar y nunca, o poco, se ha enseñado el tema del compartir. El Evangelio de Jesús es la Eucaristía y la Eucaristía siempre es compartir”. Y además, disfrutar haciéndolo.