Esta semana se está desarrollando el III Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonia Legal en Manaos, con la presencia de 55 obispos de la región amazónica brasileña. El discurso de apertura corrió a cargo del cardenal Claudio Hummes, presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonia y la Red Eclesial Panamazónica (Repam), quien insistía en que “es importante que realizamos este encuentro con valentía y pasión” y recordaba las palabras del papa Pablo VI: “Cristo apunta para la Amazonia”.
Hummes señalaba que “tenemos que oír los clamores de los pueblos amazónicos, en este momento histórico en que están más amenazados que nunca”. El presidente de la Repam dijo que “en un momento decisivo de la historia de la Amazonia la Iglesia está llamada a iluminar. Que el pueblo sienta el calor de una Iglesia solidaria que defienda a los pueblos”.
En estos días quieren “rescatar aspectos del Vaticano II que aún no se han desarrollado”, reflexionó el cardenal, porque “el Sínodo no fue convocado para repetir lo que la Iglesia ya dice, sino para avanzar. Buscamos que todas las pastorales y movimientos tengan un rostro amazónico, que surja un clero autóctono e indígena y que sea desarrollado un proceso de inculturación, haciendo realidad una Iglesia indígena y no solo indigenista”.
Las fuertes lluvias monzónicas y las posteriores inundaciones han dejado más de 400 muertos y más de un millón de desplazados en Kerala (India). “Todas las diócesis, las religiosas, las parroquias y las organizaciones eclesiales se dedican por completo a las operaciones de socorro durante día y noche”, declaró a la Agencia Fides, el arzobispo Andrews Thazhath.
El gobierno, las ONG y la Iglesia han comenzado a preparar planes de rehabilitación a largo plazo, con la ayuda de agencias locales e internacionales, para que la población pueda volver a sus casas, la mayoría de las cuales han desaparecido.
El padre Paul Moonjely, director de Cáritas India, entrevistado por Vatican News, señaló que las necesidades más urgente eran “los bienes alimenticios. A medida que el agua está retrocediendo, la necesidad inmediata y las acciones que se deben tomar son las que tienen que ver con el saneamiento y los equipos para la disentería”.
Corrado Lorefice, arzobispo de Palermo, ha visitado junto a una delegación de la gendarmería vaticana las instalaciones de la misión ‘Esperanza y caridad’, del misionero laico Biagio Conte, para conocer la iglesia donde está previsto que Francisco vaya a almorzar con los más pobres, durante la visita que hará a la capital siciliana a mediados de septiembre.
Los niños del centro han preparado una representación para la delegación. En una barca de cartón, menores de diferentes países pedían agua y comida. Biagio Conte, que también ha actuado, les ha dicho que les iban a alojar y después ha dicho en voz alta: “Todos somos italianos y europeos de un mismo barco, todos necesitamos ayuda”. Y todos juntos han recitado “hagamos nuestra la frase del papa Francisco: no a las murallas, sí a los puentes. No cerramos el corazón a aquellos que nos tienden la mano y nos piden ayuda. Recordemos que todos somos extranjeros en un país extranjero”.