A unas horas de que aterrice Francisco en Dublín, el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) cierra hoy la parte reservada al Congreso de Pastoral, con decenas de ponencias, charlas y actividades en las que se ha abordado la realidad familiar desde numerosas ópticas y sensibilidades.
En la sesión matinal de este viernes 24 de agosto, dedicada al tema ‘La familia y la esperanza’, destacan los testimonios que ponen luz sobre las víctimas de los abusos sexuales por parte de clérigos, la violencia de género, el encarcelamiento, el divorcio, la guerra o la adicción a las tecnologías.
Especialmente relevante ha sido la intervención de Marie Collins, irlandesa que en su día fue víctima de la pedofilia en el seno de la Iglesia y que, en los últimos años, se ha convertido en un símbolo de denuncia de la pederastia eclesial, sobre todo tras su renuncia, en 2017, a la Comisión Pontificia de Protección del Menor, denunciando la existencia de obstrucciones eclesiales internas.
En su charla en el panel titulado ‘La protección de niños y adultos vulnerables’, la irlandesa ha llamado a la Iglesia a actuar urgentemente y sin excusas, lo que, a su juicio, implica “reescribir el Derecho Canónico” en lo tocante a este asunto.
Con un tono enérgico, ha cargado contra el clericalismo que tanto denuncia Francisco y que deriva en un abuso de poder por parte de sacerdotes y obispos donde el más fácil que impere el silencio frente a los actos pedófilos. Un silencio cómplice o, en muchos casos, fruto del rechazo por crear escándalo… Y es que, ha denunciado, “todavía hay personas dentro de la Iglesia que creen que el tema de los abusos es una conspiración de los medios de comunicación”.
De ahí su llamada a que la tolerancia cero se aplique con todo el rigor posible: “Cualquier persona en el Vaticano que se interpone en el camino de la protección adecuada de los niños debe ser responsabilizado y expulsado de sus cargos, o de la Iglesia si es necesario”.
La urgencia en esta tarea es tal que, para Collins, “no es posible evangelizar hasta que esto se ordene”. Por eso, en consonancia con la Carta al Pueblo de Dios de Francisco de este lunes 20 de agosto, “todos debemos alzar nuestras voces”.
El panel ha estado moderado por la baronesa Sheila Hollins, quien también dimitió como miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. En su intervención, en la línea de Collins, ha exigido a la Iglesia “pasar de las palabras a los hechos”.
También ha resultado muy interesante la conferencia ‘Acompañando, discerniendo e integrando la fragilidad humana y Amoris laetitia’, a cargo del cardenal Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Tal y como ha recalcado el purpurado, para la Iglesia, este es el momento de “invertir las mejores energías en entrenar a los sacerdotes” para que sean verdaderos “compañeros del viaje” de las parejas de novios, teniendo las claves humanas y espirituales para “animarlos a superar las crisis que vendrán”.