Una vez concluido el congreso ‘Medellín 50 años’, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas/os (CLAR) –una de las organizaciones convocantes del multitudinario evento conmemorativo del cincuentenario de la segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano– inició desde ayer, 27 de agosto su XX Asamblea General, con la participación de los cuadros directivos de las 22 conferencias nacionales de religiosos del continente, además de una representación de Estados Unidos y Canadá (en la foto).
El tema central de esta asamblea –electiva, por demás–, que concluye mañana, 29 de agosto, se sitúa “en sintonía con la celebración de los 50 años de Medellín”, ha dicho la Hna. Mercedes Casas, religiosa de las Hijas del Espíritu Santo y actual presidenta de la CLAR, quien habló con Vida Nueva.
“Queremos que este congreso sea una gran iluminación, por eso pedimos que todos los que participamos de la Asamblea de la CLAR vinieran para estar en esta sintonía y desde ahí hacer el discernimiento por donde el espíritu nos está interpelando hoy”, señaló la religiosa, quien también desempeñó un papel fundamental en la realización del mencionado congreso.
“América Latina se prologa con la presencia de nuestros migrantes”
PREGUNTA.- ¿Cuál es el tema central a abordar en esta asamblea general?
RESPUESTA.- Con la experiencia del congreso de los 50 años de Medellín, la CLAR se propone también trazar los horizontes para el próximo trienio, saber por dónde la historia nos está interpelando y juntos trazar líneas de acción para el próximo trienio.
Participan entre 80 y 90 personas venidas de los 22 países de América Latina y el Caribe donde la CLAR tiene presencia, pero también invitamos a la representante de la vida religiosa femenina de Estados Unidos y a los representantes de la vida religiosa femenina y masculina de Canadá, porque sentimos que América Latina se prolonga con la presencia de nuestros migrantes y tenemos sensibilidades comunes.
Además, participan representantes de agencias de ayuda que apoyan los proyectos que desarrolla la CLAR y el equipo de teólogos asesores de la presidencia, que irá estructurando todas estas invitaciones desde el Espíritu. En comunión y en comunidad queremos escuchar la voz de Dios.
“Hay que salir al encuentro de la vida”
P.- ¿Qué balance hace de la CLAR de estos últimos tres años?
R.- La CLAR va caminando en unión de ideales, de horizontes y gracias a Dios lo que ha favorecido mucho esto es el icono con el que caminamos cada tres años, que a veces puede prolongarse o puede permanecer. Es el icono de La Visitación que nos mantiene como vida consagrada en una actitud de salida pero también en una misma sintonía.
Todas y todos estamos caminando, mirando en la actitud mariana que hay que salir al encuentro de la vida, que es nuestro lema en este momento, que salgamos a prisa al encuentro de la vida.
Temas prioritarios
P.- ¿Qué temas emergentes están en la agenda de la asamblea?
R.- Son temas con los que hemos caminado estos tres años y creo que siguen siendo prioritarios, como es el caso de la trata de personas, cómo acompañar esta situación que es un flagelo para nuestros países latinoamericanos, sobre todo centroamericanos y en México. A esto se une el tema de la migración y también el acompañamiento de personas víctimas de abuso. Es un tema muy fuerte que nos está cuestionando.
Como vida religiosa debemos saber cómo acompañar, cómo prevenir y cómo también nosotros formarnos y tomar conciencia de esta situación (de abusos) para vivir con más transparencia y con más veracidad nuestro seguimiento de Jesus.
Está todo el tema de la pobreza que es el tema de Medellín, sus diferentes frentes. También hacia lo interno de la vida religiosa tenemos la prioridad de acompañar procesos de reestructuración de congregaciones y otro tema muy importante es la profundización de la riqueza de los laicos, cómo compartir vida y misión con ellos, porque creemos que solo de esa manera podremos construir pueblo de Dios y tratar de responder a los desafíos de ahora.
Revitalizar la opción por los pobres
P.- ¿Cuánto ha cambiado la vida religiosa en tiempos de Francisco?
R.- Pues a lo mejor no tanto como pudiéramos cambiar, pero yo creo que nos hemos sentido más confirmados como vida religiosa latinoamericana y caribeña, porque sus opciones son nuestras opciones, pero él también nos ha impulsado a nuevas opciones y a recuperar y revitalizar sobre todo la opción por los pobres.
“El número no es esencial, lo esencial es la pasión con vivamos el carisma”
P-. ¿Cómo se ha visto la vida religiosa afectada en los últimos tiempos ante la crisis de vocaciones?
R.- Sí se ha visto afectada en el sentido numérico, porque también hay menos familias y el laicismo que va encontrando la búsqueda de otras opciones de vida han afectado el ingreso de jóvenes. Sin embargo, esto nos replantea en lo que es esencial.
El número no es esencial, lo esencial es la pasión con que vivamos el carisma que se nos ha confiado y desde ahí vendrá la fecundidad que se necesite. Entonces le decimos al Señor: “voltéanos a ver”, como dice el Santo Padre, también no nos va detener a la minoridad si no creemos en la fuerza del Espíritu, que de lo poco se pueda hacer grandes cosas.