El secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, ha negado que el Papa emérito haya confirmado en algún momento el contenido de la carta firmada por el ex nuncio Carlo Maria Viganò, tal y como habían asegurado algunos medios.
“El papa Benedicto no ha hecho ninguno comentario sobre el informe del arzobispo Viganò y no lo hará”, aseguró Gänswein al diario alemán Die Tagespost, que tiró por tierra todo intento de vincular a Joseph Ratzinger para dar credibilidad a la denuncia realizada por el que fuera embajador de la Santa Sede en Estados Unidos. “¡Fake news! ¡Noticias falsas!”, se limitó a decir el también arzobispo prefecto de la Casa Pontificia con Francisco.
Fue un reportaje de The New York Times el que, analizando el origen de la misiva de Viganò, recogía unas declaraciones de un consejero delegado de la cadena de televisión EWTN, Timothy Busch, en las que defendía que le habían asegurado “personalmente que Benedicto XVI había confirmado la versión dada por el arzobispo Viganò”.
En la carta, se apuntaba que ya en el año 2000 el Vaticano fue informado de las acusaciones de abusos hacia el cardenal de Washington MacCarrick, pero se hizo la vista gorda hasta que, según Viganò, Benedicto XVI sancionó al cardenal. Lo cierto es que basta echar un vistazo a la hemeroteca para descubrir que durante el pontificado de Ratzinger, McCarrick mantuvo su agenda pública, incluida una visita a Roma en 2012 para felicitar al Papa alemán por su cumpleaños y poco antes de la renuncia de Benedicto XVI, también participó en una reunión cardenalicia.
