El Consejo Mundial de Iglesias, institución ecuménica por excelencia y cuya sede visitó Francisco el pasado 21 de junio, ha enviado una delegación en visita a Nicaragua y ha mostrado todo su apoyo y solidaridad a la Conferencia Episcopal del país centroamericano. Dichos representantes ha saludado a diferentes miembros del Gobierno de Daniel Ortega, a las iglesias evangélicas y a una serie de agentes sociales. A todos ellos les han mostrado su “voluntad de acompañamiento pastoral y de cooperación al proceso de diálogo nacional”.
Los cuatro miembros de la delegación, encabezada por Douglas Leonard, pastor de la Iglesia Reformada de los Estados Unidos y director de la oficina ecuménica del Consejo en Naciones Unidas, fueron recibidos por el arzobispo de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes; el obispo de Matagalpa, Rolando Alvarez y el obispo de Bluefields, Pablo Schmitz Sidor. También participó en el encuentro el sacerdote Miguel Mantica, que fue uno de los clérigos agredidos por simpatizantes del gobierno de Ortega, el 9 de julio en la basílica de Diriamba, Carazo.
Caminando juntos
Leonad puso de manifiesto la “preocupación y dolor por lo que está viviendo el pueblo de Nicaragua”, y por ello expresó un “apoyo total y caminamos junto con el pueblo. Abogamos por la paz en Nicaragua, por la justicia, en combinación con la verdad esperando que se protejan todos los derechos humanos del pueblo. Es un deber el respeto total de los derechos de cualquier ser humano en el mundo. Oramos con ustedes por la paz”.
El cardenal Brenes resaltó la fuerza de los esfuerzos del ecumenismo. Juntos concluyeron el encuentro rezando por la paz.