Como es costumbre en todos sus viajes, el papa Francisco –primer jesuita en sentarse en la silla de Pedro– se reunió el pasado 25 de agosto en Irlanda con alrededor de 60 jesuitas del país, incluyendo al provincial de la isla, Leonard Moloney. Una semana después, han relatado en su web oficial la conversación que tuvieron con el Pontífice, durante la que contestó a las preguntas de varios de ellos.
En primer lugar, Moloney preguntó qué podían hacer los jesuitas del país para ayudarle en relación con su Cuarto Voto (obediencia especial al Pontífice), a lo que Francisco respondió que le ayudaran a abordar los abusos del clero, y especialmente el proceso de curación y reparación que se necesita.
¿Qué puedo hacer yo?
El sacerdote Brendan McManus, fotógrafo del encuentro, reconoce haberse emocionado con la reunión y especialmente con esta petición de ayuda del Papa: “Nos hizo preguntarnos cada uno personalmente ¿Qué puedo hacer para descubrir los abusos ocultos y ayudar a las víctimas para que sigan adelante?”.
Algo más informal fue la pregunta del jesuita John Callanan, quien quiso saber cómo hace Francisco para mantener la serenidad ante el peso de su ministerio, a lo que el Papa contestó que es muy importante mantener un sano sentido del humor. Para concluir, el Obispo de Roma les pidió “fidelidad en la oración” y mantenerse “conectados con el Espíritu Santo y ser compasivos y piadosos”.