Miguel Ángel Lamata: “Quien abusa de un niño merece arder en el infierno”

‘Los Futbolísimos’ (SM) es la colección de libros preferida por los lectores infantiles, con 12 títulos en el mercado y más de dos millones de ejemplares vendidos. Desde este mes, todos los seguidores de la pandilla de Pakete y Helena podrán seguir sus aventuras en la gran pantalla gracias a la adaptación para el cine del realizador Miguel Ángel Lamata.

PREGUNTA.- La cinta narra la historia de Pakete, Helena y sus compañeros de colegio. ¿Qué valores intenta transmitir la película?

RESPUESTA.- Pues que no somos nada sin la amistad, que no hay que rendirse nunca y que hay que luchar por las cosas que merecen la pena.

P.- Hitchcock decía que no había que trabajar con niños, ni con perros ni con Charles Laughton. Usted ha roto la primer máxima, ¿cómo ha sido su experiencia?

R.- Hacer ‘Los Futbolísimos’ ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, porque me he encontrado con una pandilla de chavales talentosos, carismáticos y muy currantes. Mi trato con ellos ha sido exactamente igual que con los actores adultos. Mi niño interior, que está casi siempre fuera, se ha llevado extraordinariamente bien con mis jóvenes protagonistas.

P.- ¿Dónde está el secreto del éxito de la saga?

R.- Roberto Santiago ha creado un mundo único, que conjuga misterio, deporte, aventura, comedia, acción y romance de la mejor de las formas. Y los personajes están maravillosamente bien diseñados.

P.- ¿Qué tal se han portado los actores adultos: Joaquín Reyes, Carmen Ruiz, Antonio Pagudo, Norma Ruiz, Jorge Usón y Toni Acosta?

R.- Digamos que el rodaje fue un gran jardín de infancia donde se invitó a todos, adultos y niños, a jugar en todo momento. Creo que hacer cine tiene que ver con jugar, quizá porque la vida es un juego.

P.- Los niños actores suelen tener mala suerte como actores adultos. ¿Les ve posibilidades futuras a sus protagonistas?

R.- Creo que a los nueve les esperan carreras largas y brillantes. Tanto ellos como sus padres son muy coherentes y tienen los pies anclados en el suelo.