Los Encuentros Mundiales de la Familia (EMF) tienen sus frutos. En la octava edición en Filadelfia, en 2015, la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia (REDIFAM) y la Red Europea de Institutos de la Familia (REDIF) se encontraron. Con la intención de tejer una red mundial, en Dublín, se ha materializado el proyecto, acuñado como Red Internacional de Institutos Universitarios de Familia (REDIUF). Con su vicecoordinador, y también director del Instituto Universitario de Salud Mental Vidal i Barraquer de la Universidad Ramon Llull, y presidente de la REDIF (Grupo Sectorial de la Federación Internacional de Universidades Católicas), Carlos Pérez Testor, charlamos a su llegada de Irlanda.
PREGUNTA.- ¿Cuál es el objetivo de esta red?
RESPUESTA.- Integrar iniciativas, sobre todo en el ámbito de la docencia y la investigación. En la propia carta fundacional abrimos las puertas a que haya más institutos en el futuro y ser una red de redes. Aunque aún no se han publicado los estatutos, se ha nombrado a Carmen Domínguez, profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, como coordinadora. Mientras, yo haré las veces de vicecoordinador, como propuso el sacerdote mexicano José Guillermo Gutiérrez, impulsor de la iniciativa con el respaldo del entonces presidente del extinto Pontificio Consejo para la Familia, Vincenzo Paglia. Tras varios encuentros en Roma desde 2015 hasta hoy, se han unido institutos como el Juan Pablo II, el Instituto Berit de la Familia o el Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Navarra.
P.- Han tenido un taller en el EMF. ¿En qué se ha trabajado?
R.- Principalmente compartimos entre los distintos institutos presentes cómo vamos desarrollando ‘Amoris laetitia’ en nuestras realidades. Estuvimos respaldados por el secretario del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, Alexandre Awi Mello, quien nos trasladó el apoyo del prefecto, el cardenal Kevin Farrell, y nos insistió en que trabajáramos con libertad. Ahora queda lo más complicado: empezar a darle sentido a esta nueva estructura y llegar a acuerdos desde las diferentes maneras que tenemos de entender la familia, porque estamos seguros de que hay más cosas que nos unen de las que nos separan. La idea es reunirnos pronto para organizar unas jornadas sobre familia en Roma en 2019. Y muy posiblemente, el primer proyecto conjunto será una investigación sobre familia y migración.
P.- ‘Amoris laetitia’ es fruto de dos sínodos. ¿Ha supuesto un giro en la pastoral familiar?
R.- La exhortación ha supuesto un cambio importante en la manera de entender la pastoral familiar, sobre todo desde la idea de que la familia no es perfecta. ‘Amoris laetitia’ nos pide poner el foco en ayudar a las familias con más problemas, porque hemos de tener la puerta abierta a todo el mundo. Es una aportación, aunque no nueva, sí novedosa en cuanto a la rotundidad con la que Francisco lo expresa.