Se cumplen dos años de la canonización de Agnes Gonxha Bojaxhiu, nombre secular de la Madre Teresa de Calcuta, celebración presidida por el papa Francisco en Roma ante más de 120.000 personas. La santa oriunda de Albania murió hace 21 años, en la India a los 87 años de edad.
Su vida fue un testimonio de “servicio a Cristo con los más pobres entre los pobres”, distinguiendo que la pobreza no es solo económica y no está únicamente en los barrios más humildes, sino que también “la falta de amor es un símbolo de pobreza”.
En la audiencia general de hoy el Papa ha recordado la misión de la santa: “Cuántas veces nos hemos encontrado con cristianos enfermos que nos han consolado con una serenidad que no se encuentra en buscadores de placer y hedonistas y hemos visto personas humildes y pobres regocijarse en pequeñas gracias con una felicidad que sabía a la eternidad. Ese era el estilo de la Madre Teresa”.
Dos años después de su muerte, su rostro sigue identificándose con la caridad y la entrega total en favor de los más olvidados. Bergoglio también la ha tenido presente en la publicación de su tweet de hoy.
La Madre Teresa fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad, cuyos proyectos se centran en el cuidado de los más pobres y necesitados de las sociedad y están repartidos en 139 países. Esta noche, el obispo auxiliar de la diócesis de Roma, Gianrico Ruzza, celebrará una eucaristía en San Gregorio al Celio para recordar a la santa.
La hermana Cirene, provincial de Italia de las Misioneras de la Caridad, ha hablado con Radio Vaticano sobre el testimonio de vida de Santa Teresa. “La recordamos con y en nuestros pobres como la madre de los pequeños, de la ternura, de la compasión. La Madre Teresa nunca quiso ser la protagonista; Jesús es el amado, el Señor y es el tesoro precioso que compartió con todas las personas que conoció”.
“Su testimonio nos invita a compartir ese mismo amor que abraza a cada hombre, especialmente en el sufrimiento, para recibir la dicha de la pobreza en espíritu y simplicidad”, ha añadido la provincial sobre la Premio Nobel de la Paz de 1979.
Desde primera hora de la mañana, numerosas personas se han acercado para orar ante la tumba de la Madre Teresa, en Calcuta. El arzobispo de la ciudad ha presidido una eucaristía acompañado de 30 sacerdotes del movimiento Corpus Christi, organización también fundada por la religiosa para la santificación de sacerdotes.
La madre superiora de la orden, hermana María Prema, dijo unas palabras al finalizar la celebración destacando el valor de la familia que tanto resaltaba Teresa de Calcuta: “Los pobres, los no queridos, los indeseados no tienen familia. Pero Dios nos eligió para ser la suya. Todos estamos llamados a compartir el amor de Dios en el espíritu alegre de la Madre”.