Antes de la audiencia del miércoles 5 de septiembre, el papa Francisco recibió a algunos de las participantes del Gran Premio de San Marino y la Costa de Rímini de Motociclismo, entre ellos los españoles Marc Márquez o Dani Pedrosa. Ambos deportistas han manifestado su emoción en las redes sociales, a la vez que han compartido alguno de los momentos que han vivido dentro de los muros vaticanos. Los jóvenes corredores han podido ofrecer al pontífice sus cascos de competición.
La delegación estaba formada por 30 personas entre dirigentes, pilotos y técnicos, acompañados por el presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano, Giovanni Malagò, a quien el Papa agradeció las palabras que le dirigió en nombre de los presentes.
Pasión por vivir
El pontífice les ha recordado, en una sala del Aula Pablo VI, que “el deporte es un instrumento educativo insustituible”. Y pidió a los jóvenes pilotos que sean “campeones de vida” y “ejemplo de pasión” para los jóvenes. Para el Papa, “este mundo necesita pasiones. Vivir con pasión y no como quien lleva la vida como un peso. La pasión es ir adelante”.
“Cuando leo noticias sobre suicidios de jóvenes -y son tantos-, pero ¿qué ha sucedido? Al menos, puedo decir que en esa vida faltaba pasión, alguien no ha sabido sembrar la pasión por vivir”, confesó Francisco. El deporte, para el Papa es un elemento educativo fundamental porque “estimula una sana superación de uno mismo y de los propios egoísmos y si es bien practicado, suscita la lealtad en las relaciones interpersonales, la amistad, el respeto de las reglas”. En este sentido invitó a los motociclistas a vivir “esos valores humanos y cristianos que están en la base de una sociedad más justa y solidaria”.
