Francisco reivindica que “el trabajo otorga dignidad al hombre, no el dinero”

  • Entrevista en exclusiva del Papa con el diario italiano Sole 24 Ore centrada en la economía
  • El Papa insiste en uno de los ejes de su pontificado: la persona está en el centro de toda actividad

papa Francisco encuentro con trabajadores obreros

El diario italiano Sole 24 Ore ha sorprendido a sus lectores en la mañana de este viernes 7 de septiembre con una entrevista en exclusiva con el papa Francisco. En su charla con el director, Guido Gentili, centrada de modo íntegro en la cuestión económica, Bergolio reivindica una actividad financiera centrada en la persona.

“Detrás de cada actividad –recuerda el Papa– hay una persona humana. La centralidad actual de la actividad financiera respecto a la economía real no es casual: detrás de esto se anida la decisión de alguien que piensa, equivocándose, que el dinero produce dinero. El dinero, el de verdad, se hace con el trabajo. El trabajo otorga dignidad al hombre, no el dinero”.

Un hecho ético

Siempre desde el paradigma de que “la acción económica es siempre también un hecho ético”, Francisco lamenta la lacra del paro, que afecta a millones de personas, en buena parte jóvenes sin un futuro: “El desempleo que afecta a varios países europeos es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear trabajo, porque en el centro colocó a un ídolo que se llama dinero”.

Frente a ello, el Pontífice reivindica los muchos retos que ha de acometer todo aquel que quiera poner en marcha un proyecto económico sin olvidar que, directa e indirectamente, sus decisiones afectarán a las comunidades humanas locales: “La distribución y la participación en la riqueza producida, el establecimiento de la empresa en un territorio, la responsabilidad social, el bienestar empresarial, la igualdad de trato en materia de retribución entre hombres y mujeres, la armonización de los tiempos dedicados al trabajo y a la vida, el respeto del medio ambiente, el reconocimiento de la importancia del hombre respecto a la máquina, el reconocimiento del salario justo y la capacidad de innovación son elementos importantes que mantienen viva la dimensión comunitaria de una empresa”.

Por el bien común

Bergoglio apela así a una de las esencias de su pontificado: frente al dios dinero, en el centro, de un modo claro, ha de estar la persona. “Es muy importante –anima– trabajar juntos para construir el bien común y un nuevo humanismo del trabajo, promover un trabajo que respete la dignidad de la persona, que no apuesta únicamente por el provecho o las exigencias productivas, sino que promueve una vida digna, sabiendo que el bien de las personas y el bien de la empresa van de la mano”.

“Europa –concluye Francisco– necesita esperanza y futuro. La apertura hacia los nuevos desafíos de las migraciones, impulsados por el viento de la esperanza, puede ayudar a construir un mundo en el que no se habla únicamente de números o instituciones, sino de personas”.

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