Muere Anastasio Gil, director nacional de OMP

En la mañana de este viernes 7 de septiembre ha muerto a los 72 años Anastasio Gil, director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP). Tras luchar en los últimos meses contra una grave enfermedad (lo que no evitó que, hasta el último momento, quisiera estar presente en todo tipo de actos en los que dar voz a los misioneros), ha abrazado su última misión, la que lleva ya a la eternidad.

Elegido para el cargo en 2011, había iniciado un segundo mandato en 2016. En todos estos años ha sido el rostro visible de los misioneros españoles, sucediendo en esta significativa labor a Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y Tudela, quien llevaba una década al frente de OMP. Precisamente, el sacerdote había sido su subdirector nacional en ese período.

El pésame de Gil Tamayo

Una de las primeras muestras de pésame ha llegado, a través de Twitter, por parte de José María Gil Tamayo, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española.  “Ha muerto –ha escrito– D. Anastasio Gil García, Director Nacional de OMP y del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones de la Conferencia Episcopal. Oremos a Dios por este sacerdote y evangelizador ejemplar, trabajador infatigable, entregado plenamente al anuncio misionero. Descanse en paz

Trabajo previo en la CEE

Anastasio Gil, natural de la localidad segoviana de Veganzones, se consagró como sacerdote en 1970, con 24 años. Miembro del Opus Dei, estaba incardinado como sacerdote en la Archidiócesis de Madrid. Era licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, doctor en Teología por la Universidad de Navarra y diplomado en Psicología Educativa.

Antes de su trabajo en OMP, desempeñó distintas funciones en la Conferencia Episcopal Española, siendo subdirector del Secretariado Nacional de Catequesis entre 1988 y 1999 y, desde ese año, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias.

Le sucederá José María Calderón

Presumiblemente, le sucederá en el cargo José María Calderón, quien, precisamente a causa de la enfermedad de Gil, fue llamado por este en los últimos meses para ayudarle como subdirector nacional de OMP. Calderón, delegado de Misiones de la Archidiócesis de Madrid, es también párroco en la iglesia del Sagrado Corazón, en la capital de España.