Los marianistas estrenan superior general tras celebrar este verano su XXXV Capítulo general en Roma. Francés de 57 años, toma el relevo del español Manuel J. Cortés, al frente de la congregación durante los últimos doce años. Al servicio de los 1.000 religiosos de la Compañía de María, que culmina el bicentenario de su fundación, André Fétis está llamado a perfilar una hoja de ruta en la línea de la carta que les envió el papa Francisco para el capítulo, en la que les insta a “vivir en un estado de misión permanente, para estar presentes en el mundo compartiendo sus alegrías y tristezas”.
PREGUNTA.- Un capítulo general y la elección de un superior general siempre es un momento para el cambio, máxime cuando el lema es la expresión del fundador: “Un hombre que no muera”. ¿A qué tienen que morir y a qué tienen que nacer hoy los marianistas?
RESPUESTA.- Debemos morir a lo que limita la vida y la creatividad inspiradas por el Espíritu Santo. Debemos morir a lo que nos cierra por temor o falta de entusiasmo, a veces también por falta de claridad sobre lo que estamos llamados a vivir y hacer. Por el contrario, abrámonos y hagamos visible lo que somos, no por ostentación, sino porque toda lámpara está hecha para brillar e iluminar. Estamos llamados a seguir desarrollando en nuestra vida y misión las potencialidades inscritas en nuestro carisma, en particular nuestro vínculo con María.
P.- Usted nace en Périgueux, la localidad en la que nació el beato Guillermo José Chaminade. ¿Qué siente al ver que toma el relevo 200 años después de la fundación? ¿Hacia dónde cree que debe dirigir sus pasos la familia marianista?
R.- El lugar de nacimiento es un pequeño guiño, pero no esencial. Eso sí, suceder al padre Chaminade me impresiona profundamente. Nuestro tiempo es muy diferente al suyo, pero su inspiración se revela de una actualidad asombrosa. El crecimiento de la Familia Marianista es uno de los ejemplos más hermosos. Es una fuerte llamada a mostrar una forma particular de pensar y vivir la vocación bautismal, la comunidad, la misión y el compromiso con el mundo. Los laicos y religiosos están llamados a una auténtica colaboración que manifiesta su complementariedad.
Chaminade, santo
P.- ¿Cómo va el proceso de canonización del beato Chaminade? ¿Qué le queda para el impulso definitivo de Roma?
R.- En 2010, tuvo lugar un caso de curación en Estados Unidos, tras orar fervientemente al P. Chaminade, que fue presentado a la Congregación para las Causas de los Santos. Esta consideró que faltaba algo en el informe médico para reconocerlo como milagro. Fue una decepción, pero no debe desanimarnos. Sigamos teniendo presentes a nuestros beatos marianistas en la vida diaria, invitemos a otros a hacerlo, solicitemos gracias especiales, pero también que nos ayuden a hacer nuestras vidas más santas y misioneras. Hagámoslo y los milagros vendrán, como un regalo gratuito de Dios.
P.- Aunque usted es francés, procede del distrito de Costa de Marfil. Además, el cierre del bicentenario de la congregación ha tenido lugar en India en vez de en Europa. ¿Se puede decir que los marianistas se han descentralizado? ¿Viven ya por y para las periferias?
R.- En 1974, el capuchino suizo Walbert Bühlmann publicó un libro titulado ‘La troisième Église aux portes’ (‘La tercera Iglesia a las puertas’), que describe el papel creciente de las Iglesias jóvenes, especialmente en el hemisferio sur. Esto se ha consolidado en la Iglesia y en la vida religiosa, un cambio gradual que trae un nuevo dinamismo. Pero toda planta joven necesita tiempo para echar raíces en una tierra nueva. Su lugar de origen sigue transmitiéndole informaciones esenciales para su crecimiento. Por esta razón, la colaboración entre las nuevas y las antiguas presencias es extremadamente importante. En cuanto a las periferias, están en todas partes, no solo en estos nuevos lugares.