Las denuncias de violación contra Franco Mulakkal, obispo de Jalandhar en Punjab (India), han tomado un nuevo rumbo después de que otras tres monjas lo acusaran de haberles acosado sexualmente. Una de las religiosas dijo que el obispo se acercó a ella con intenciones maliciosas e incluso la tocó de manera inapropiada. Mientras que las otras dos afirmaron que el obispo se aprovechó de su posición y las abrazó enérgicamente en múltiples ocasiones.
Tras estas tristes experiencias, las monjas han abandonado la vida religiosa. Los familiares de la primera de las víctimas, que presentó el caso de abuso sexual contra el obispo, planean ir al Tribunal Superior de Justicia de la India para protestar por la demora en arrestar al obispo. Además, las religiosas han declarado que temen por sus vidas, tras recibir varias amenazas.
El presidente de la República de Mozambique, Filipe Nyusi, habló en las celebraciones de despedida del que ha sido nuncio apostólico en el país, Edgar Peña Parra, cuyo nuevo destino será el Vaticano. “Ganamos el coraje de contactar con los otros hermanos, llevando un mensaje de paz y después firmamos la tregua que dura hasta hoy y que acabó con el sufrimiento del pueblo mozambiqueño. Alentados por el obispo Edgar y con la fuerza del Señor, hemos construido la confianza entre hermanos aunque el proceso de paz no esté concluido y tengamos que seguir trabajando y orando”, señaló el presidente.
En la homilía, Peña Parra también les recordó a los mozambiqueños que “la fe nace de la escucha” e invitó a seguir trabajando para conseguir la justicia social.
El arzobispo de Milán, Mario Delpini, en la inauguración del año pastoral, quiso hacer público su cercanía al Papa al señalar que en él reside el signo de unidad de la Iglesia: “Podemos debatir, pero cada discusión debe terminar así: ‘Amamos al Papa Francisco’”.
El acto de fidelidad a Bergoglio quedó enmarcado al final de la homilía pronunciada en la catedral milanesa, cuando el arzobispo dijo “lo amamos porque nos ama, como nos lo demostró al venir a Milán hace poco más de un año e invitarme a participar como padre sinodal en el Sínodo de la Juventud. Un símbolo de que quiere escuchar a la Iglesia Ambrosiana por su cuidado y discernimiento dirigido a los jóvenes. Este afecto al Papa se expresa escuchando su voz y leyendo sus textos”, palabras que produjeron el espontáneo aplauso de los feligreses.