Cada viernes, Vida Nueva te acerca sus recomendaciones en pantalla grande (o no tanto)
Laura, su marido y sus hijos viajan desde Buenos Aires a España para asistir a la boda de su hermana. Allí, entre los viñedos de su pueblo natal, una serie de inesperados sucesos sacará a la luz conflictos del pasado que cambiarán para siempre la vida de todos los personajes.
Asghar Farhadi, doblemente oscarizado por ‘Nader y Simin, una separación’ (2011) y ‘El viajante’ (2016), se atreve con un drama coral de lo más español, interpretado al completo por un reparto hispanohablante que lideran nombres de la talla de Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín o Eduard Fernández. Una historia familiar de sospechas, secretos y mentiras que el director iraní maneja con su habitual oficio para generar suspense y atrapar al espectador en su tela de araña de dudosas certezas y falsos culpables.
Una vez más, el contrastado cineasta disecciona el alma humana con aparente sencillez, hurgando en antiguas cicatrices incluso en medio de una fiesta. Decisión que angustia y conmueve a partes iguales.
Abrió la última edición del Festival de Cannes y, pese a algunos deslices disculpables en su ritmo, es por derecho propio uno de los estrenos más esperados del año.
Un grupo de viejos amigos de universidad viaja desde Barcelona a Berlín para dar una sorpresa a uno de ellos (Miki Esparbé) coincidiendo con su 35 cumpleaños. Durante ese fin de semana en la capital alemana, la supuesta ilusión del reencuentro pronto se torna desconcierto y desazón.
Elena Trapé recurre a las miradas y silencios para sugerir el conflicto latente, aunque sin llegarnos a contar que está ocurriendo. Simplemente, dejando que lo vivan sus personajes. Y su cámara nos descubre con naturalidad el desencanto que sienten estos jóvenes al advertir que sus vidas ya no serán como habían imaginado.
Aprovechando el clima frío y la luz mortecina de una ciudad que se erige en feliz metáfora del invierno vital de los protagonistas, la realizadora catalana traza con sutileza y cierta melancolía un retrato generacional de inconfundible aroma a realidad. Ya lo hicieron antes otros títulos de nuestra cinematografía que se acercaron a esta franja de edad, pero pocos con la sencillez y madurez que reclaman estos días inciertos.
Sus premios en el último Festival de Málaga –mejor película, mejor dirección y mejor actriz para Alexandra Jiménez– no engañan.
A un entrenador de baloncesto (Javier Gutiérrez), en plena crisis personal y profesional y en deuda con la sociedad por un delito contra la seguridad vial, se le ofrece la posibilidad de cumplir condena preparando a “un equipo un tanto especial”.
Secundado por unos personajes (personas) con una capacidad innata para emocionar, a los que dirige con mano maestra y paciencia infinita, Javier Fesser mezcla humor con ternura, en una fórmula que atrapa al espectador de principio a fin. Su secreto no es otro que mostrar a los protagonistas con la naturalidad y sinceridad con la que ellos entienden y afrontan sus vidas. Sin condescendencia ni falsas compasiones, dejando que fluyan sus sentimientos más puros, para que la autenticidad de sus torpes palabras, gestos y movimientos nos reconcilie con esa humanidad libre de sospechas y máscaras.
Un cine divertido, emotivo y altamente recomendable para toda la familia sobre un tema “sensible”, expuesto a prejuicios, estigmas o incorrecciones, pero que nos conduce de la comedia al drama sin perder la sonrisa ni caer en la lágrima fácil.
La llamada de Hollywood es otro premio más, aunque ellos celebran incluso los subcampeonatos.