En arte urbano lo ha hecho todo dentro y fuera de nuestras fronteras, pero ahora ha dado una vuelta de tuerca a su obra, que nos presenta del 12 de septiembre al 16 de octubre en el Palacio del Infante don Luis, en Boadilla del Monte (Madrid). En esta muestra podremos ver cómo ha cambiado el bronce y la reproducción de personajes conocidos –Cela, Severo Ochoa, Ramón y Cajal, Paquirri o Lola Flores–, por nuevas técnicas como la plastilina o el 3D sin olvidar las resinas esmaltadas.
PREGUNTA.- ¿Qué es ‘Original’, su nueva exposición?
RESPUESTA.- Es un recorrido imaginario por la génesis de la escultura, al mostrar las fases que me hacen caminar desde ese “destello” inicial hasta la conclusión en material definitivo. Lo que veremos y compartiremos son las sensaciones que dan pie a mis esculturas, porque yo no materializo sino aquello que imagino y, por tanto, mi inspiración puede ser un poema, una caricia, un recuerdo… Y a través de la realidad virtual me acerco más a la imaginería que con otras técnicas anteriores y tradicionales del escultor.
P.- Las personas con discapacidad visual podrán tocar sus piezas. ¿El arte se percibe también por el tacto?
R.- Al finalizar una obra me gusta recorrerla con los ojos cerrados, como quien tiene ceguera, porque entro en otro universo y compruebo su intensidad al tacto. Tengo experiencias con la ONCE y te aseguro que es genial. ¡Hay que ver sus caras y sus risas! Son esculturas de desnudos y las recorren sin pudor. No apartan sus manos como hacemos los demás con la vista si algo nos inquieta.
P.- Además, impartirá talleres para niños y personas con discapacidad… ¿Es el arte un vehículo de integración?
R.- Estoy convencido de que la discapacidad y diversidad funcional cierran determinadas puertas y ensalzan y abren otras. En las personas, esas otras puertas están ligadas a la afectividad, la fantasía, los sentimientos, ¿y no son esas, acaso, las herramientas más importantes del arte?
P.- Sus obras emanan espiritualidad. ¿Es usted un hombre de fe?
R.- No, en ese sentido. Incluyo varios textos en la exposición que hablan de ello… ¡Cuánto más fácil ha sido vivir y morir! Sin más cofre que los recuerdos, sin paraísos ni infiernos, para volver a la nada. Y a pesar de ello anhelo la espiritualidad.