Más de dos horas duró la audiencia que el papa Francisco mantuvo el pasado martes 11 de septiembre con los 51 obispos venezolanos que viajaron a Roma para participar en la visita ‘ad limina’. José Luis Azuaje Ayala, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, confiesa a Vida Nueva el temor de los prelados a que la crisis socio-política pueda generar “soluciones violentas” en el país caribeño. También denuncia que el Gobierno se ha servido de la “estructura democrática” para cometer “fechorías”.
PREGUNTA.- ¿Cómo fue la audiencia con el Papa?
RESPUESTA.- La audiencia con el Santo Padre fue un encuentro muy fraterno. El ambiente que genera el Papa favorece al diálogo. Pensamos que el tema fundamental era la realidad venezolana y cada obispo fue planteándole al Santo Padre la situación que vivimos, que es de crisis generalizada y donde no se perfilan soluciones de cara al futuro.
Tenemos mucho temor a que pueda haber soluciones violentas, pero nosotros como obispos seguimos haciendo nuestro trabajo, sobre todo en el ámbito de la evangelización, de la comunión y de la solidaridad, porque nuestro pueblo está muy necesitado. En el encuentro, el Papa quería escuchar y aprender de cada una de las Iglesias particulares.
P.- En Venezuela hay quien critica al Papa por recibir al presidente Maduro. ¿Qué les responde?
R.- Desde hace tiempo, ha habido una especie de línea editorial con la que han querido ver o hacer creer a la gente que el Papa está con el Gobierno y no con los obispos, mientras que los obispos somos rebeldes que no le hacemos caso al Papa. Esto es completamente falso. Realmente, el Papa mantiene siempre su actitud eclesial de mucha unidad. Al fin y al cabo, él es la cabeza del Colegio Episcopal y nosotros estamos muy en comunión; no solo entre nosotros como Conferencia Episcopal, sino también con el Santo Padre. Esto ya está clarificado.
Les decimos a aquellos que siempre andan generando problemas y buscando divisiones que, en este caso, con la Iglesia de Venezuela no lo van a lograr. Le hemos querido decir al Papa que cuente con nosotros en todo momento, en los problemas y también en los momentos bonitos que tiene la Iglesia.
Mesa de diálogo
P.- ¿Los intentos por involucrar al Papa en el conflicto pueden ayudar a desatascar la situación?
R.- La Santa Sede tiene una gran experiencia en las relaciones con los estados y en dirimir problemas políticos. Esa inteligencia y sabiduría se enmarcan en una reflexión profunda. Cuando visitamos la Secretaría de Estado, el cardenal Parolin compartió con nosotros su preocupación y, sobre todo, el hecho de haber tratado de generar desde el inicio una mesa de diálogo que tuvo su culminación con la carta del 1 de diciembre de 2016, donde se pedían algunos elementos necesarios para poder generar un verdadero diálogo.
La búsqueda de estas referencias, especialmente en el Vaticano, es muy sensata por su experiencia con problemas como el que tenemos en Venezuela. Nosotros debemos agradecer todo lo que la Santa Sede hace. Se conocen algunas cosas a través de los medios de comunicación y otras son internas, pero están plenamente decididos a seguir apoyando a la Iglesia, a los obispos y al pueblo venezolano.