El prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Ouellet, ha mantenido un encuentro con los periodistas en Polonia, durante la Asamblea Plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa. Cuestionado sobre qué tiene que cambiar para restablecer la credibilidad y la confianza en la Iglesia tras los casos de abusos sexuales, el cardenal Oullet señaló que “con las noticias recientes hay una conciencia creciente de la gravedad del problema de abusos en la Iglesia. Creo que se necesita hacer algo más en formación de sacerdotes y más prudencia en la elección de los obispos”.
Oullet lanzó un reclamo: “Necesitaríamos la participación de más mujeres en la formación de sacerdotes para la enseñanza y el discernimiento de los candidatos, para el equilibrio de la eficacia. Creo que tenemos que hacer más reflexión sobre este tema”.
El cardenal dice que actualmente “estamos enfrentando una crisis en la vida de la Iglesia a nivel de liderazgo. Este es un asunto muy serio que debe ser tratado de una manera muy seria, no solo de una manera política. Por ejemplo, creo que cuando hay un ataque directo contra el Santo Padre es un mal ejemplo y una ofensa muy grave”.
El hermano de Pino Pugliese sobre su muerte
“No estoy acostumbrado y nunca me acostumbraré a tener un hermano asesinado por la mafia”, declaró Franco Puglisi, hermano de Don Pino, mártir y beato, a quien el Papa rindió homenaje durante su visita a Palermo.
Han transcurrido 25 años desde el asesinato del sacerdote y su hermano narra todavía con dolor cómo fue disparado en su apartamento. Desde el día siguiente a su muerte, los sicilianos comenzaron a hablar de él como un santo, Franco dice al respecto que “siempre tuve en cuenta que era ‘diferente’ a los demás sacerdotes, no se limitaba a hacer misas y estar en la sacristía, él salía a hablar con los chicos para convencerles de que había una manera diferente a la mafia”.
Pino Puglisi se convirtió en referente para las familias, que se sentían abandonados por las autoridades: “Los vecinos encontraron en él una ayuda diferente a la del padrino de la mafia”. “Toda la familia sabíamos los riesgos que corría”, pero Pino les decía: “Soy un pobre sacerdote, ¿qué pueden hacerme? A lo sumo, me matan”.
La policía detiene a los agresores de un sacerdote en Nicaragua
La Policía Nacional de Nicaragua ha detenido a los delincuentes que asaltaron y golpearon a Abelardo Toval, sacerdote de la iglesia de San Juan Bautista, de la ciudad de León.
“Los ladrones tomaron a la fuerza al sacerdote, le pusieron un trapo en la boca y le golpearon en el rostro y las costillas. También le despojaron de varios artículos”, denunció Víctor Morales, responsable de comunicación de la diócesis de León.
Toval se disponía a salir de su casa para oficiar una misa a las seis de la mañana cuando le asaltaron, después le robaron, lo amarraron y huyeron. Cuando el sacerdote fue encontrado, lo liberaron y llevaron a un hospital, donde se encuentra estable recuperándose de los golpes.