Franco Mulakkal, obispo de Jalandar (India), ha ofrecido su renuncia temporal al papa Francisco. El prelado ha sido denunciado civilmente por varias monjas que mantienen que han sido abusadas por Mulakkal. Ayer, 16 de septiembre, el propio obispado emitió un comunicado en el que argumenta que la decisión del prelado fue tomada en respuesta a las observaciones del Tribunal Superior de Kerala. Sin embargo, recalcan que los jueces dijeron que no existen pruebas para arrestar al obispo, lo que “indica su inocencia”, según la diócesis.
En una carta fechada el 13 de septiembre, el obispo le dice al Papa que desea confiar la diócesis al vicario general. Así, la policía de Kerala lo ha llamado a declarar el próximo 19 de septiembre, como explica Asia News.
Por su parte, Theodore Mascarenhas, secretario general de la Conferencia Episcopal de la India (CBCI), ha salido a responder a quienes se quejan del silencio episcopal. “La CBCI no tiene jurisdicción sobre los obispos individuales”, explicó. Asimismo, quiso desmentir que el cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai, le hubiera pedido a Mulakkal que renunciara.
Después del caso Pensilvania y el informe de abusos en la Iglesia alemana, ahora le toca el turno a la Iglesia holandesa. Un informe denuncia que más de la mitad de los obispos han encubierto abusos a menores entre 1945 y 2010. El informe que aparece en NRC Handelsblad, el periódico más prestigioso de los Países Bajos, acusa a la jerarquía holandesa de “hacer la vista gorda” ante los sacerdotes abusadores en el país.
El informe recoge como 20 de 39 obispos han estado implicados en el encubrimiento de abusos. Es más, hasta cuatro auxiliares son sospechosos de abusar de menores. En concreto se trata de Jan Niënhaus, de Utrecht; Jo Gijsen, de Roermond; Philippe Bär, de Rotterdam; y Jan ter Schure, de Den Bosch. Todos ellos han fallecido, excepto Bär, que ahora tiene 90 años, como recoge CRUX.
Los otros 16 obispos citados han sido acusados de encubrimiento y de transferir a los sacerdotes pedófilos de una parroquia a otra. No obstante, ninguno de ellos está en activo hoy. Entre los nombres se incluye a dos cardenales: Bernard Jan Alfrink, que murió en 1987, y Adrianus Johannes Simonis, que está retirado desde 2007.
El obispo de Passau, Stefan Oster, ha exigido una autocrítica “radical” por parte de la Iglesia en reacción a los numerosos casos de abuso sexual destapados en el país. “Siento enojo, tristeza, consternación, vergüenza y espanto por todo lo que ocurrió”, dijo en un mensaje de video emitido días después de que salieran a la luz casi 4.000 casos de abusos por parte de sacerdotes alemanes en las últimas décadas.
Para Oster, el “sistema eclesial” ha tenido la culpa de que se llegara tan lejos. “Mucho de lo que ocurrió era parte de un sistema. Demasiadas veces prevaleció la protección de la Iglesia como institución o la reputación del sacerdocio”, criticó. “¿Tenemos la voluntad de reconocer nuestra culpa, también la culpa de todo el sistema del que formamos parte?”, se preguntó. “¿Estamos en condiciones de cambiar el sistema que se decanta más por la autoprotección que por proteger a las víctimas?”, continuó.
El prelado sospecha que hay más víctimas de las que han salido a la luz. “La situación es peor de lo que sabemos. Y lo que sabemos es de por sí horroroso”, añadió, como recoge DW.