La diócesis de Astorga recluye 10 años en un monasterio a un sacerdote por abusos

  • El obispo Juan Antonio Menéndez propició la investigación de unos hechos prescritos y cometidos hace 35 años
  • Cumplida la pena, podrá volver a la diócesis, a la casa sacerdotal, pero no oficiar misa fuera de ella sin permiso del obispo

Juan Antonio Menéndez, obispo de Astorga, en una comparecencia sobre un caso de abusos sexuales en

Treinta y siete años después, la doctrina de tolerancia cero ha caído sobre el sacerdote José Manuel Ramos Gordón, a quien la Santa Sede ha encontrado culpable de abusos sexuales a menores en el Colegio Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria entre los años 1981-1984.

Así lo ha dado a conocer en la mañana de este lunes, 17 de septiembre, el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, quien ha confirmado en rueda de prensa que, tras la investigación diocesana sobre las denuncias hechas por un exalumno en febrero del año pasado, y que fue remitida a la Santa Sede, esta, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, declara “probados los hechos denunciados y, por tanto, la comisión de un delito grave de abusos sexuales a menores tipificado en el canon 1395 § 2”.

La Congregación ha notificado la imposición de la pena canónica de “privación del ejercicio público del ministerio sacerdotal durante diez años residiendo en un monasterio o convento fuera de la diócesis de Astorga. Pasados los diez años, el sacerdote podrá volver a la diócesis para residir en la Casa Sacerdotal y solo podrá celebrar la eucaristía fuera de la Casa con la autorización del Ordinario”, según ha desvelado el obispo.

“He informado personalmente a la víctima”

“He informado personalmente de la decisión adoptada al sacerdote y a la víctima, a quien expresé mi dolor por la gravedad del delito cometido, le pedí perdón en nombre de toda la comunidad diocesana y me puse a su disposición para acompañarle espiritual y humanamente en aquello que legítimamente pueda hacer”, informó el obispo.

El pastor aprovechó para reiterar “una vez más mi firme condena y repulsa de hechos tan execrables y vergonzosos, al mismo tiempo que reafirmo mi decisión de luchar contra estos delitos por todos los medios legítimos. Hago mías las palabras de la reciente Carta del Papa al Pueblo de Dios: “Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

Menéndez, además, pidió “a todos los fieles de la diócesis de Astorga, sacerdotes, consagrados y laicos que acompañen el dolor y el sufrimiento de las víctimas de los abusos con la oración y la penitencia, y pidan una verdadera conversión para el sacerdote [condenado por abusar también al menos de dos menores durante su etapa como profesor en el Seminario Menor de La Bañeza] que cometió tales delitos”.

“A los cristianos y a la sociedad reclamo que hagan todo lo posible para que, en adelante, se garantice y se proteja la integridad de los niños y de adultos en estado de vulnerabilidad, así como la implementación de la tolerancia cero a la que repetidas veces alude el Papa Francisco”, señaló el prelado.

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