“Si yo tuviera que decirle algo a Francisco no iría a los periódicos o a las televisiones, sino directamente a él”. Son las palabras del cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, en relación al fuego amigo del que está siendo víctima el Papa. En concreto, por parte del denominado ‘testimonio’ del ex nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganò. Aunque sin dar nombres, la máxima autoridad vaticana en temática social mantiene que “sería sano que hablarán con él y no a través de los medios”.
El cardenal clausura esta tarde la XV Jornadas de Teología de la Universidad Pontificia Comillas con una ponencia titulada ‘La Biblia, gran tesoro de Occidente para un humanismo universal’. Y esta misma mañana ha mantenido un encuentro con periodistas para abordar temas de actualidad eclesial y social.
Al ser preguntado por los ataques al Papa, el purpurado ha subrayado que “algunas personas pretenden comunicarse con el Papa utilizando los medios”. “A mí, por ejemplo –insiste–, cuando en mi país –Ghana– alguien me intenta decir algo a través de los medios, no contesto. Lo mismo hizo el Papa cuando le preguntaron en el avión de regreso a Roma desde Dublín”. Sobre los abusos es claro, recordando que la premisa del Papa y del Vaticano es la tolerancia cero. “Se está insistiendo en ello”, dice citando el trabajo de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, capitaneada por el cardenal Seàn O’Malley. Y añade que los obispos, en sus países, tienen que trabajar con el mismo empeño contra la pederastia.
Diversidad, no oposición
Cuestionado sobre si existen grupos contrarios al Papa dentro de la Iglesia, el cardenal mantiene que no tiene conocimiento de ello. “¿Realmente existen?”, se ha preguntado. “Hay algunos cardenales en desacuerdo en algunos términos con el Papa, es un matiz de estilo, pues están acostumbrados a papas europeos y Bergoglio viene de Argentina, con un estilo diferente, un carácter diferente, en un momento diferente y con una forma de liderar diferente”, ha apuntado. Sin embargo, niega que haya oposición, sino “diversidad”: “Francisco no es Benedicto XVI, al igual que Benedicto XVI no es Juan Pablo II; tienen diferentes formas de ejercer su liderazgo, pero no creo que haya unos cardenales con él y otros contra él”.
En relación al diálogo interreligioso, Turkson ha recalcado que “cristianos y musulmanes podemos vivir juntos. Todas las religiones podemos hacerlo”. Y lo ha dicho refiriéndose al drama de los rohingya, denunciando que “estén apartados por sus creencias”. Para el cardenal, el convivir entre los distintos credos es una máxima que ha vivido y vive, pues confesó que su madre es metodista, su padre católico y sus tíos musulmanes: “Nosotros hemos vivido siempre unidos, como una familia”.
Tras sostener que Europa “debe reconocer su identidad cristiana”, el prefecto, que lleva ocho años trabajando en el Vaticano, entre otras tareas en beneficio de migrantes y refugiados, ha mostrado su pesar por el hecho de que “la inmigración esté trayendo consigo la xenofobia”. Una palabra que ha relacionado con los populismos que están aflorando en el Viejo Continente y que “hacen a los pueblos más pobres”.
La corrupción, un fenómeno internacional
Turkson ha demostrado estar al tanto de la actualidad española cuando se le ha preguntado acerca de la corrupción. “Decir que tienes un master y no tenerlo también es corrupción”, ha indicado, para recalcar que “la corrupción está dentro de la sociedad; en todos los países se puede hablar de este fenómeno”. Tampoco ha negado que exista en la Iglesia y ha invitado a trabajar por el bien común.
Finalmente, ha mostrado su esperanza de que el Sínodo de los Obispos sobre ‘Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’ asegure el futuro de los jóvenes. “Ellos son el futuro y espero que salgan reforzados”, ha concluido.