Catorce fueron los prelados que se presentaron en la reunión: Oscar Ojea, Obispo de San Isidro; Fray Carlos Aspiroz, Arzobispo de Bahía Blanca; Víctor Manuel Fernández, Arzobispo de La Plata y sus obispos auxiliares, Nicolás Baisi y Alberto Bochatey; Fernando Maletti y Oscar Miñarro, obispo titular y auxiliar de Merlo-Moreno, respectivamente; Rubén Frassia, Obispo de Avellaneda-Lanús; Hugo Salaberry, Obispo de Azul; Jorge Vázquez, Obispo de Morón; Eduardo García, Obispo de San Justo; Gabriel Barba, Obispo de Gregorio de Laferrere; Ariel Torrado Mosconi, Obispo de Nueve de Julio; y Han Lim Moon, Obispo auxiliar de San Martín.
Por su lado, la gobernadora estuvo acompañada por la Ministra de Salud y Desarrollo Social de Nación, Carolina Stanley, y por Santiago López Medrano, Ministro de Desarrollo Social y por Gabriel Sánchez Zinny, Director General de Cultura y Educación, ambos de la provincia.
Las demandas
El mismo día en que asumió la gobernación, Vidal señaló “recibimos una provincia quebrada”. Tres años más tarde, la situación socio-económica sigue siendo caótica y el panorama es poco alentador.
Con más de 15 millones de habitantes, y tercera en densidad de población, la provincia de Buenos Aires es una de las regiones más complejas del país.
Por tal motivo, los obispos les hicieron saber -entre otras- algunas de sus preocupaciones más urgentes: la alimentación y el trabajo.
En cuanto al primer tema, se sabe del aumento de asistentes a los comedores para recibir alguna de las comidas, y hay muchos reclamos por la baja calidad nutricional, sobre todo en las raciones que se reciben en las escuelas. Que a nadie le falte un plato de comida es una prioridad.
La otra demanda tiene que ver con el ámbito laboral. La pérdida de las fuentes de trabajo y la falta de generación de empleos, ha crecido en estos últimos meses. A esto se suma la baja del salario real de los trabajadores, por la inflación.
Los compromisos
Frente al problema laboral, Vidal se comprometió a continuar con las obras públicas que están en ejecución. Y también a ofrecer más créditos del Banco de la Provincia para quienes desarrollan sus tareas en pequeñas y medianas empresas (Pymes).
En cuanto al tema de los comedores, “la Gobernadora y la Ministra expresaron su decisión de extremar todos los recursos para la asistencia alimentaria, en particular en las zonas más carenciadas de la provincia”.
Por su lado, los prelados aseguraron su trabajo pastoral acompañando todas las situaciones de precariedad laboral que tanto afecta a las familias, y su cercanía, a través de Cáritas de las distintas diócesis, con quienes sufren “contextos de pobreza”.