El Pontífice ha recibido en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico a los Patronos de las Artes de los Museos Vaticanos, con motivo del 35º aniversario de la Asociación.
“A lo largo de todos estos años, su generosidad ha contribuido en gran medida a la restauración de numerosos tesoros artísticos en los Museos Vaticanos”, ha iniciado Francisco. “Una tradición que se extiende por siglos, imitando las hazañas de aquellos que entraron en la historia de la Iglesia a través de las puertas del arte, subvencionando los frescos, sarcófagos, catedrales o las obras de Miguel Ángel, Raffaello, Bernini y Canova”.
La belleza
El Papa se ha referido al arte como “una carretera que da acceso a la fe más que muchas palabras e ideas. Es una belleza porque une a Dios, al hombre y la creación en una única sinfonía; porque involucra a diferentes pueblos y pueblos distantes en la misma mirada”.
El aniversario es un motivo de celebración y agradecimiento pero también “significa renovar la conciencia de una misión importante, la de guardar una belleza tan beneficiosa para los humanos”, les ha dicho el sucesor de Pedro.
“En nuestro mundo de hoy lamentablemente tan desgarrado y brutalmente agitado por el egoísmo y la lógica del poder, el arte es una necesidad universal, es la fuente de la armonía y la paz”, ha concluido Bergoglio.
