Un breve comunicado de la Sala Stampa del Vaticano anuncia la decisión del Papa Francisco de dimitir del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la arquidiócesis de Santiago de Chile. “El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia. El Santo Padre ha ejercido su “potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro” precisa el comunicado.
El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, al dar a conocer esta noticia citó parte del decreto pontificio: “Yo, Sumo Pontífice Francisco Papa, el día 27 del mes de septiembre del año 2018, en virtud de nuestro ministerio, teniendo suprema, plena, inmediata y universal potestad en la Iglesia, la que puede siempre y libremente ejercer, hemos decretado que fuera aplicada a dicho presbítero la dimisión del estado clerical por el bien de la Iglesia, junto a la dispensa de todas las obligaciones derivadas de la sagrada ordenación, de acuerdo de las normas siguientes”. Ezzati agregó que media hora antes fue comunicado a Karadima este decreto que entró en vigor en el mismo momento en que fue emitido.
El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, por su parte, explicó que “hay dos claves para entender este decreto: la primera, que el Papa lo hace en conciencia. La segunda clave, la motivación: por el bien de la Iglesia” destacando así que el Papa Francisco está actuando como pastor, como padre, por el bien de todo el Pueblo de Dios. “Estábamos ante un caso muy serio de podredumbre y había que arrancarlo de raíz. Se trata de una medida excepcional, sin duda, pero los delitos graves de Karadima han hecho un daño excepcional en Chile”, concluyó Burke.
Aunque en años anteriores hubo denuncias de abusos sexuales por parte de sacerdotes, se consideraban casos aislados. El año 2010 estalló la historia de abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima en contra de cuatro jóvenes, todos participantes de la Parroquia El Bosque, cuando uno de ellos hizo la denuncia en televisión. Años más tarde la Congregación para la Doctrina de la Fe lo declara culpable de abusos sexuales contra menores con violencia y abuso de su potestad eclesiástica y lo confina a una vida de oración, alejado de las funciones sacerdotales.
“La particularidad y lo que más me llama la atención es que el Papa lo hace sin que haya existido proceso previo, ejerciendo de esta forma su potestad de Papa, comentó Camilo Cortés, abogado canonista. “Lo que hizo el Papa lo hizo como pastor de la Iglesia, corrigiendo una decisión que se tuvo que tomar mucho antes”, agregó.
“Es una nueva postura, una nueva forma de enfrentar los abusos dentro de la iglesia de aquí en adelante. Es un excelente signo para la iglesia universal. Dentro de la Iglesia no puede haber pedófilos ni abusadores”, señaló Marcial Sánchez, doctor en Historia y especialista en la Iglesia Católica chilena.
“Nunca pensé que vería este día”, compartió en Twitter Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes víctima de Karadima. “Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco haya tomado esta determinación al fin”, confesó. El abogado de las víctimas, Juan Pablo Hermosilla, complementó diciendo que “esto pasa un poco tarde, pero bueno, lo que nos interesa a nosotros y fue lo que conversamos con el Papa también es que si la Iglesia se va a enfocar en condenar los abusos o también se van e enfocar en los encubrimientos”.
El obispo Fernando Ramos, secretario general de la Conferencia Episcopal chilena y administrador apostólico de Rancagua, señaló que “se ha tomado finalmente una decisión que me parecía necesaria”. “Quizás se podría haber tomado antes, pero en esto la Santa Sede ha ido evolucionando para afinar mejor las decisiones en este tipo de materias y en este simple sentido cuando ha habido este tipo de delitos evidentemente son incompatibles con el ejercicio del ministerio sacerdotal”, subrayó.