Entrevistas

Gloria Corredor: “En educación debemos tener los pies en la tierra pero la mente y las manos en el futuro”

  • Vida Nueva conversó con la presidenta de Conaced para hacer un balance del 15º congreso nacional de educación católica realizado en Bogotá
  • En el marco de sus 80 años, la escuela católica colombiana reunió a más de 600 docentes en torno a cuatro temas clave: responsabilidad social, neurolingüística, inclusión educativa y educación preescolar





“Currículos personalizantes e innovadores para una escuela en pastoral”, bajo este título la Confederación Nacional de Educación Católica de Colombia (Conaced), en el marco de sus 80 años, bautizó la 15ª edición del congreso nacional de educación católica realizado durante el 28 y 29 de septiembre en la ciudad de Bogotá, bajo el auspicio de ediciones SM, editorial Santillana, Ediarte, Universidad de la Sabana, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad de Oxford, entre otras organizaciones del área educativa.

La religiosa dominica Gloria Patricia Corredor, presidenta de Conaced, conversó con Vida Nueva para hacer un balance de estos dos días de intensa jornada que reunió a 649 docentes venidos de todo el país, asegurando que la escuela católica colombiana “está apostando a desarrollar actividades de gran calidad e impacto y que respondan a las necesidades de nuestras instituciones y colegios afiliados”.

“Nosotros nos programamos en clave de trienio y este año quisimos empezar por el currículo, el próximo lo haremos sobre las prácticas educativas, para el último año poder mirar la evaluación”, comentó la religiosa.

80 años de Conaced

PREGUNTA.- ¿Cuál es el balance que hace del congreso?

RESPUESTA.- Este año tuvimos el apoyo de grandes patrocinadores para podernos apalancar en este proceso y poder realizar acciones de calidad. El tema de este congreso fue el currículo personalizante e innovador para colegios en pastoral, trajimos a tres conferencistas internacionales, cuatro nacionales y con la gran novedad que en la dinámica del congreso trabajamos laboratorios específicos, porque solo desde la práctica, desde el hacer, podemos asegurar el conocimiento.

En estos laboratorios se trabajaron cuatro temas clave: responsabilidad social a través del proceso curricular, la neurolingüística y las neurociencias, la inclusión, y la etapa preescolar. Además celebramos los 80 años con un ritmo muy lindo de reconocimiento del trabajo y la labor, recibimos grandes premios del ministerio de educación y un mensaje muy lindo, las federaciones participaron con diferentes detalles.

Currículos y educación de calidad

P.- ¿Qué temas emergentes abordaron durante el congreso, especialmente en una Colombia en tiempos de postconflicto?

R.- Podemos decir que existen unos currículos emergentes con los que se responde de una manera casi inmediata, gracias a que nuestras instituciones educativas también están amparadas por un contexto para poder dar respuestas desde un diagnóstico y unas necesidades. 

Cuando trabajábamos currículos personalizantes –nos decía una de las conferencistas– hay que partir de un diagnóstico para poder dar respuesta, porque no podemos seguir educando con unas teorías que no forman parte esencial de estos procesos y que no están preparando a los muchachos para el futuro.

En educación debemos tener los pies en la tierra pero la mente y las manos en el futuro, es mirar más en prospectiva de lo que va a venir. Estamos apostando a que nuestras instituciones den realmente respuestas de calidad a lo que se vive actualmente en Colombia.

“Hace falta educar desde la emocionalidad”

P.- ¿Cómo se abordó durante el congreso el tema de la protección a menores en la actual coyuntura que vive la Iglesia?

R.- Ese tema puntualmente no lo abordamos en el protocolo que hay que tener quienes trabajan con infantes, con menores de edad, pero en la ponencia de José Bernardo Toro hablaba, se habló sobre cómo formar desde el amor, desde la emoción, desde la caridad, desde la empatía que debemos tener con nuestros niños.

Creo que es eso, no podemos confundir el afecto y el amor que hay que tenerles con estos abusos que se están presentando, los cuales son desviaciones que se pueden dar en ciertas personas por decirlo de alguna manera, pero nuestros estudiantes sí deben sentir que son apreciados en el colegio, que se les tiene en cuenta y se les quiere. Creo que hace falta educar desde la emocionalidad.

Educación sexual integral

P.- Algunos asuntos han traído intensos debates y opiniones divididas, como la educación sexual integral. ¿Qué posición ha asumido la escuela católica colombiana sobre este tema?

R.- Ese es un tema distinto, pues afortunada o desafortunadamente, no sé de qué lado de la balanza poner mi respuesta, nos están dejando a las instituciones educativas las tareas que deben hacer los padres de familia, porque la parte de educación sexual le compete a la familia y la familia es la que desde su seno, desde su ejemplo, desde su formación, tiene que darle herramientas al joven, al niño, para que se vaya desarrollando en esa identidad también y se desarrolle en un ambiente sano en su orientación sexual.

No obstante, las instituciones educativas debemos asumir esos vacíos que vienen de casa. Nosotros debemos asumirlo desde un proceso de formación integral y de profundo respeto por el ser humano, que fue creado con una identidad específica y desde el respeto de la persona también. 

Este asunto confina una serie de valores que hay que profundizar más en las instituciones, porque también hay muchas desviaciones, hay proyectos que manipulan de diferentes maneras, se está hablando también de unos currículos ocultos que están desviando procesos formativos y a veces no nos damos cuenta. Son mensajes que nos llegan muy soterrados, muy por debajo, y el papel de los rectores y docentes es estar atentos a todas estas situaciones que se están presentando para poderlas manejar.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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