La isla australiana de Tasmania obligará a los sacerdotes a romper el secreto de confesión en casos de abusos

Sacerdote con clergyman, tirilla, alzacuellos

El Gobierno de Tasmania ha dado a conocer hoy, 2 de octubre, un proyecto de ley que rompe con el secreto de confesión en las iglesias, convirtiendo el ocultar esta información en delito en casos de abuso sexual infantil.

Con esta reforma los sacerdotes se unirían a otros colectivos profesionales, como los maestros y el personal sanitario, que podrían afrontar penas de prisión si no informaran acerca de casos sospechosos.

Mientras que el fiscal federal Christian Porter ha pedido a todos los estados australianos que adopten una legislación que obligue a denunciar a los sacerdotes cuando detecten un caso de abuso, solo el territorio de Canberra se ha sumado a la iniciativa.

Un grupo de católicos adinerados auditará el papel de los cardenales de EE UU en las denuncias por pederastia

Un grupo católico autodenominado ‘Mejor Grupo de Gobierno de la Iglesia’ (por su traducción del inglés) se está preparando para compilar expedientes sobre los cardenales electores antes del próximo cónclave con su proyecto ‘El informe del sombrero púrpura’.

Durante una asamblea promovida por el grupo celebrada el pasado 30 de septiembre en el campus de la Universidad Católica de América, se llevó a cabo una presentación que abría la duda de si Francisco habría sido elegido Papa en 2013 si la oposición hubiera a su disposición un análisis como los que realiza el grupo.

Si bien el grupo declara que su proyecto principal no tiene la intención de ser un proyecto político y que no respaldará ni atacará a ningún cardenal, una carta firmada por Philip Nielsen, director ejecutivo del grupo, habla del mismo como una entidad “sin fines de lucro” que comprende a “académicos, periodistas del Vaticano, además de inversores anónimos”.

Gallagher recalca en la ONU que la Iglesia está “comprometida” en la lucha contra los abusos

El secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Paul Richard Gallagher, ha manifestado ante Naciones Unidas que la Iglesia católica “está comprometida con el flagelo atroz del abuso sexual”.

Gallaher se dirigió a la Asamblea General de la ONU en Nueva York para conmemorar el 70 aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, recalcando que es “escandaloso” que los derechos humanos continúen siendo violados décadas después de la aprobación del documento por parte de la comunidad internacional.

La Santa Sede, que juega un papel de Estado observador en Naciones Unidas, ha participado en los eventos llevados a cabo con motivo de la apertura de la 73ª Sesión de la Asamblea General.

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