“Hoy no se pueden permitir querencias decimonónicas en las relaciones Iglesia-Estado, son añejas y fosilizadas y deben actualizarse a la vida democrática donde vivimos“. Horas antes de que la Conferencia Episcopal Española (CEE) inaugure un congreso reivindicando el papel de la Iglesia en la Transición, el portavoz el Episcopado, José María Gil Tamayo, ha salido al paso, en una rueda de prensa en Añastro en la mañana de este miércoles 3 de octubre, de algunas polémicas iniciativas puestas en marcha por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Así, sobre las cuestionadas inmatriculaciones hechas por la Iglesia acogiéndose a una reforma legal, el secretario general de la CEE reivindicó la propiedad de las mismas y “el deber de defenderlas y trasmitirlas a las generaciones de cristianos, por un deber constitucional también”.
Tamayo ha recordado que ese derecho lo amparan la Constitución y los Acuerdos Iglesia-Estado, destacando que son bienes que están a disposición de todos los españoles. En todo caso, ha advertido, “si pasamos a la usurpación, a la nacionalización, a la desamortización, estamos hablando de otra cosa”, por lo que “defenderemos nuestros derechos”.
Igual de contundente se ha mostrado en la rueda de prensa, con motivo de la clausura de la reunión de la Comisión Permanete de la CEE, con respecto a los anuncios el Ejecutivo socialista sobre la escuela concertada o la asignatura de Religión en los centros públicos. “Es un tema artificial –ha clamado–, más movido por interés ideológico que por una necesidad, pues cada año el 70% elige la enseñanza de la religión católica. El Estado es aconfesionalidad, pero la sociedad no“.
Gil Tamayo ha desvelado que hace ya tiempo que, desde la CEE, se ha pedido una entrevista con la ministra de Educación, Isabel Celaá, “pero no hemos tenido respuesta”. Por ello, el portavoz apela “al diálogo” que Pedro Sánchez ofreció al presidente del Episcopado, Ricardo Blázquez, cuando lo invitó a visitarlo en La Moncloa unos días después de haber sido investido presidente.
“A lo que estamos dispuestos es a hablar y a que sea una relación directa, no en clave de mensajes. Tenemos que ser serios, nos jugamos la puesta en práctica de un derecho de los padres. Hay cosas que son innegociables, como la presencia de la Religión en el marco escolar y de una asignatura que no es catequesis. Si se quiere hacer de la escuela un campo de enfrentamiento, no nos pondremos de acuerdo”, ha señalado. De todas formas, no ha despejado la duda de que se negocie el carácter evaluador de la asignatura.
A preguntas de los periodistas, también se ha refirido a la petición que han hecho los nietos de Francisco Franco de que, en caso de exhumación del Valle de los Caídos, sea enterrado en la cripta de La Almudena: “La CEE no tiene un departamento de defunciones, solo nos ocupamos de los rituales litúrgicos correspondientes, y, sobre este tema, ya se ha manifestado el arzobispo de Madrid. En La Almudena hay la posibilidad de enterramiento en la cripta y la Iglesia no puede negarle a un cristiano, si ya tiene un derecho adquirido, enterrarlo“.
Sí ha querido reiterar el secretario general que “la Iglesia pide diálogo, concordia y entendimiento entre el Gobierno y la familia, que son los competentes. Pedimos la despolitización de este tema, porque los muertos no tienen carné político. Nuestra competencia es litúrgica, no decidimos sobre enterramientos”.
Al dar cuenta de los trabajos de la Permanente, que ha fijado la fecha, el próximo noviembre, para la elección del próximo secretario general del Episcopado, Gil Tamayo ha reconocido que él puede optar a un nuevo mandato de cinco años: “Yo estoy para lo que digan los obispos”.