La hermana Teresina Cheng tiene 30 años y, además de ser una de las jóvenes oyentes del Sínodo de los Obispos, ha sido invitada como auditora. Hasta el momento en el que se anunció que acudirían dos obispos de China, ella era la única asistente del país asiático.
La hermana Teresina ingresó en un convento de Hebei en 2004. Aún no ha hecho su profesión perpetua, pero después de una experiencia de trabajo en una oficina, tiene una cosa clara: quiere dedicar su vida a ayudar a los jóvenes chinos, marcada por “la soledad, desde la distancia de los padres, desde las preocupaciones por el futuro”, tal como ha declarado en una entrevista a AsiaNews.
Los cristianos coptos han sido nominados para el Premio Nobel de la Paz de 2018 por su negativa a tomar represalias contra la persecución mortal y continua de los gobiernos y grupos terroristas en Egipto y otros lugares.
Los coptos, los indígenas de Egipto, son uno de los 331 nominados para el prestigioso premio, ganado anteriormente por organizaciones como la Cruz Roja y Médicos sin Fronteras, y personas como Malala Yousafzai, la más joven en ganarlo. El ganador del año pasado fue la campaña internacional para abolir las armas nucleares.
En el mundo hay aproximadamente 20 millones de coptos. En Egipto representan alrededor del 10 por ciento de la población y, si ganan, serían el primer grupo etno-religioso en hacerlo.
La orden religiosa católica Sociedad de los Padres de Cristo deberá pagar por los daños causados a una mujer que fue secuestrada y abusada sexualmente por uno de sus sacerdotes cuando tenía 13 años. Así lo ha dictaminado el tribunal de la ciudad occidental de Poznan, que ha condenado a la congregación a pagar una indemnización de 235.000 euros, además de una mensualidad de 165 euros a la mujer.
El sacerdote, identificado como Roman B., de 42 años, fue arrestado en 2008 y condenado por pedofilia. Cumplió cuatro años en prisión y fue retirado de la orden religiosa en 2017.