Quim Torra pide por carta a los líderes mundiales que medien a favor del referéndum. El president de la Generalitat envía una misiva a Pedro Sánchez con copia a varios presidentes europeos, a Donald Trump, el papa Francisco, el presidente Chino y los estados de Ucrania y Kosovo. En la misma –escrita en inglés–, Torra afirma que se explorarán “todas las opciones” si los políticos presos son excarcelados: “A condición de que los nueve hayan sido puestos en libertad, el bando catalán está listo para explorar todas las opciones posibles con Madrid”.
En su ánimo por internacionalizar el proceso independentista, Torra le remitió el pasado 26 de septiembre la carta a la que ha tenido acceso El Periódico, en la que pide formalmente que abrir una mediación “sin precondiciones”, porque considera que la brecha que separa las posiciones del Estado con las de la Generalitat “no es infranqueable”. Torra ya se dirigió por carta a los líderes europeos en junio, poco después de llegar al Govern, cuando les reafirmó su “apuesta por el diálogo y la negociación como herramientas” para resolver el “conflicto abierto”. Entonces no hablaba explícitamente de un referéndum, aunque defendía que “el debate, el diálogo y las urnas son la única manera para hacer progresar la sociedad”.
Torra explica en la misiva que la parte catalana “no se centra en conseguir la independencia inmediata” sino que el objetivo es garantizar el respeto a la voluntad de la mayoría de los catalanes “a través de un referéndum legal, vinculante y justo, en el que ambas partes se comprometan a acatar el resultado”. El president defiende que será “cada vez más difícil avanzar” con nueve líderes independentistas en prisión y otros siete “en el exilio”.
En la última semana, terremotos y un tsunami devastaron varias áreas de Indonesia, especialmente la isla de Sulawesi, causando más de 1.400 víctimas y miles de heridos, según fuentes locales. Además, en estas horas, el volcán del Monte Soputan, en la misma isla, comenzó a erupcionar. Por eso, el papa Francisco, a través del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, ha enviado, en una primera fase de emergencia, 87.000 euros para ayudar a los locales.
“Esta suma quiere ser una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual y aliento paternal del Santo Padre hacia las personas y territorios afectados y se compartirá, en colaboración con la Nunciatura Apostólica, entre las áreas más afectadas por la catástrofe”, ha explicado la Santa Sede a través de un comunicado.
La contribución de este Dicasterio, que “acompaña a la oración del Santo Padre por la amada población de Indonesia”, es parte de la ayuda que se está activando en toda la Iglesia y que, además de varias conferencias episcopales, involucra a numerosas organizaciones caritativas. Bergoglio, ya el pasado domingo, durante el Ángelus oró por los afectados, “por los fallecidos, lamentablemente numerosos, por los heridos y por los que han perdido sus hogares y sus trabajos. Que el Señor los consuele y apoye los esfuerzos de aquellos que están tratando de traer ayuda”.
“Como obispos de esta isla situados en medio del Mediterráneo, un puente entre culturas, un puerto cercano de migrantes y refugiados, reafirmamos con fuerza y claridad el derecho a la vida, el respeto por la dignidad humana y la integridad física, de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los Ciudadanos y con nuestra Constitución Republicana”. Así lo han expresado los obispos sicilianos en el documento final de su Asamblea de otoño.
Coincidiendo con los cinco años del drama de Lampedusa, donde murieron en el mar 368 personas, los prelados manifiestan que, ante “los discursos políticos y también los puntos de vista de nuestros fieles católicos que expresan opiniones diferentes o incluso contrarias, siempre debemos reiterar que la acogida sigue siendo vía obligatoria de la práctica del Evangelio”, como recoge Reppublica.
“Somos conscientes –continúan–, de las dificultades objetivas para encontrar soluciones políticas satisfactorias a la complejidad de la situación creada con un fenómeno migratorio cada vez más extendido, pero también estamos convencidos de que las soluciones deben ir ligadas a nuestro humanismo y eso se traduce en bienvenida, auxilio y solidaridad”. Los migrantes “son para todas las personas, y más para nosotros los cristianos, hermanos, por lo que es urgente que se activen nuevos sentimientos de empatía en cada uno de nosotros y en las comunidades cristianas, superando cualquier indiferencia”, subrayan.