El Vaticano ha salido al paso de las acusaciones que últimamente se han hecho públicas en torno a determinadas conductas del arzobispo estadounidense Theodore Edgar McCarrick. A través de un comunicado, anunciado durante la última reunión del Consejo de cardenales, el C-9, la Santa Sede informa de que el papa Francisco “consciente y preocupado por el desconcierto que están causando” en muchos fieles. Algo que se ha incrementado tras los dos últimos panfletos que ha publicado el exnuncio Carlo Maria Viganò.
En el texto se presentan los pasos dados desde Roma durante este proceso y señala que en septiembre de 2017 se presentó una acusación de una víctima de abusos, en los años setenta, por parte de McCarrick en Nueva York. A partir de esta, se realizó una “investigación preliminar exhaustiva” en la propia diócesis americana que posteriormente se envió a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Dentro de este proceso, el Papa “aceptó la renuncia” del colegio cardenalicio de McCarrick a la vez que le “prohibió el ejercicio del ministerio público” y le impuso “la obligación de llevar una vida de oración y de la penitencia”.
Aunque el informe no está terminado del todo, y “a su debido tiempo”, la Santa Sede publicará las conclusiones definitivas de esta acusación en concreto, el Papa también ha pedido que se integre toda la información sobre el propio McCarrick en los diferentes departamentos de la Curia Romana, para “conocer todos los hechos relevantes, ubicarlos en su contexto histórico y evaluarlos objetivamente”.
El comunicado confirma que la máxima del papa Francisco de “seguir el camino de la verdad, hasta donde esta nos lleve” y que “no pueden ser tolerados” ni los abusos ni su encubrimiento, aunque sean cometidos por un obispo.
Recordando la carta del Papa a todo el pueblo de Dios, del pasado 20 de agosto, la Oficina de Prensa confirma “la urgente invitación de unir fuerzas para combatir el grave flagelo de los abusos dentro y fuera de la Iglesia y para evitar que esos crímenes se cometan contra los más inocentes y vulnerables de la sociedad”. A este respecto respecto se ha convocado a los presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo para el próximo mes de febrero.