Con la canonización del mártir de El Salvador, “el episcopado está llamado a la conversión, a purificar aquellos elementos que dificultan una cercanía con la gente”, mantiene el presidente, Ángel Hernández Ayllón
“Dentro de los obispos santos, monseñor Romero será una luz en este momento histórico para estimular una vivencia del episcopado muy comprometida con el pueblo, con las causas de los pobres y renunciando a prebendas o privilegios que nada tienen que ver con la pobreza evangélica”. Esta es la oportunidad que el sacerdote Ángel Hernández Ayllón, presidente de la Asociación Amigos de Óscar Romero, vislumbra con la canonización de Óscar Arnulfo Romero este domingo en la Plaza de San Pedro.
El sacerdote de origen español considera que para ello es fundamental una conversión de los obispos, “purificarlo de aquellos elementos no constitutivos que dificultan una cercanía de la gente y un compromiso más directo en causas humanas”. Si bien es cierto muchas veces dependerá de la actitud y de los ideales de cada uno –dice– “no es menos cierto que necesitamos referentes y luces que nos orienten en el camino”.
La Asociación Amigos de Óscar Romero está conformada por un grupo de personas de España y El Salvador. Fue creada en diciembre del 2016 con la finalidad no sólo de extender el pensamiento del próximo santo, sino principalmente para adquirir un compromiso social y político desde la fe, así como para promocionar diferentes proyectos sociales.
Para el padre Hernández Ayllón, lo que el papa Francisco ha querido al canonizar a Romero es, en primer lugar, difundir la figura de alguien que experimentó el gusto espiritual de ser pueblo de Dios, de caminar junto a su pueblo, de comprometerse en sus causas y de compartir su propio destino.
“La reforma del episcopado a la que antes me refería, creo que el papa Francisco la quiere promover a través de modelos que han vivido su ministerio episcopal desde la clave de formar parte del pueblo y de presidirles desde el amor, la cercanía y el escribir juntos un pequeño relato del Evangelio”, señala.
Por otra parte –añade– el Santo Padre ha querido ofrecer a san Óscar Romero como un modelo de santidad no sólo en virtudes espirituales o gestos de caridad, sino también en la entrega y compromiso socio-político. “Es una de las grandes enseñanzas que debemos extraer de la vida de monseñor, el saber que el desarrollo y la justicia no sólo es una cuestión que dependa de los demás, de una buena organización o sistema político, sino también del compromiso y responsabilidad de cada uno en su vida y sus diferentes compromisos”.
En este sentido, considera fundamental que las parroquias, como comunidades, “se expresen desde la Palabra de Dios con espíritu de ser fermento e intervenir en cuestiones sociales y políticas”.
PREGUNTA.- Quienes aún no conocen a Romero, ¿por dónde pueden comenzar a conocer su legado?
RESPUESTA.- Creo que para evitar el estereotipo o caricatura de monseñor Romero, lo mejor es leer sus homilías, pues desde ellas se podrá conocer la verdadera alma de Romero. Soy consciente que mucha crítica ha sido provocada por el desconocimiento de cuál era la fuente y fundamento de su vida. Cuando uno conoce alguna de sus homilías se sorprende y descubre un gigante, un místico de la fe; sus comentarios bíblicos son de una extraordinaria profundidad y claridad y de una vigente aplicación. “Como sacerdote, sigo utilizando comentarios a la Palabra de cada domingo y pensamientos que son verdaderos interrogantes, buscando una vivencia de la fe que nos comprometa con la realidad que vivimos y que evite una vida de la fe burguesa, acomodada y sin ninguna vinculación con la realidad que vivimos”.
El padre Hernández Ayllón se refiere en particular al discurso de Lovaina del 2 de febrero de 1980 como un documento importante donde se puede “extraer el alma” de Romero. También la homilía del 23 de marzo de 1980, que por su dramatismo y por su carácter profético, es otro documento clave; de esta homilía se puede conseguir el audio y escucharla de su propia voz. “Otro documento recomendable para introducirse en la vida, pensamiento y desenlace de monseñor –agrega– es la película de ‘Romero’. También existen libros biográficos que ayudan a penetrar y conocer a monseñor, “e incluso archivos de Youtube que sirven para ‘abrir boca’”.
“De algo estoy seguro –dice el sacerdote– que si uno penetra en la vida de monseñor Romero ya no es posible desembarcarse y necesitas más y más. La idea es familiarizarse con él, después el Espíritu Santo ayudará a descubrir la verdadera figura que entregó su vida y que no reparó en descubrir a Cristo en los más pequeños, los más vulnerables y que no se dio la mano de ‘los poderosos’.
Asegura que este detalle, no es pequeño, pues “Romero demostró que los grandes de este mundo son pasajeros y tienen que dejar paso al Grande y que lo inmediato nunca va a poder suplantar a la Verdad, que es la que nos libera y la que nos asegura la felicidad, a pesar de las dificultades y contratiempos”.
“Creo que con monseñor Romero hemos descubierto, otra vez, que las bienaventuranzas son reales y se cumplen cuando uno celebra la fe unido a Dios y busca al hermano, sin el cual no es posible vivir”, concluye el padre Ángel Hernández Ayllón.