“Respetar mi vida y la de los demás es puro catecismo, y esto se traslada también al momento en el que tenemos un volante entre las manos”, afirma a Vida Nueva José Aumente, director de la Pastoral de la Carretera.
“Estamos celebrando los 50 años de la Pastoral, que empezó a funcionar como tal en mayo de 1968”, dice Aumente. Y es que más de medio siglo ha transcurrido desde que la historia de un camionero hiciera que José Medina, párroco de Somosierra, contemplase de otra manera todo lo relacionado con el mundo del transporte.
Este año el lema de las Jornadas es ‘Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días’ (Mt 28, 21). También en el coche. “Cada año se convoca a los delegados diocesanos, de hecho, al principio todos eran curas, pero gracias a Dios va entrando savia nueva”, dice. Así, poco a poco se han unido seglares, diáconos e incluso policías y guardias civiles.
El objetivo de las Jornadas es poner en común lo que se hace en cada diócesis, “entusiasmarnos unos con otros”. “Queremos seguir trabajando y contemplar mejoras en todos los aspectos, desde el estado de las carreteras hasta el uso de combustibles”, explica.
“Queremos inculcar el sentimiento ecológico del que habla el Papa en ‘Laudato sí’, ya que todos nos movemos cada día en medios de transporte y esto deja una huella de contaminación”, subraya. Tanto es así que ya el año pasado se trataron temas como el coche eléctrico y las energías renovables, y este año volverá a incidirse sobre ellos.
“Este año conmemoramos, además, aquel primer cartel de la campaña de Navidad en la que se animaba a que Jesús naciese en el coche, y justo en nuestra peregrinación a Roma de hace apenas dos semanas estuvimos en Santa María la Mayor, donde se conservan las reliquias del pesebre”, añade.
Fue en Roma, precisamente, donde se reunieron con Francisco y le presentaron una nueva estola, en la que se representa a San Cristóbal, patrón de los viajeros, y una imagen de la Virgen con el niño en sus brazos. “Jesús sujeta un volante y María está apoyada en la media Luna, casi en equilibrio”, explica. La han bautizado Virgen de la Prudencia, cosa que “Francisco entendió perfectamente, primero sonriendo y después asintiendo, ya que son muchos los que pierden la vida en la carretera”.
Y es que las víctimas no “son solo números, son personas, familias enteras cuyas vidas cambian por completo”. La Pastoral de la Carretera tiene, por ello, tres puntos clave. “El primero coincide con la fiesta de San Cristóbal, en mayo, que tomamos como un día para que la Iglesia se acerque como madre que es a aquellos que han sufrido por causa de un accidente de tráfico”.
Por otro lado, con la celebración de las Jornadas, se intenta fomentar la responsabilidad en el tráfico. “La prudencia y la concienciación acerca del consumo de drogas y alcohol al volante son fundamentales”, señala Aumente.
“En noviembre nos unimos a la celebración impulsada por Naciones Unidas del Día de los fallecidos por accidentes en la carretera”, apunta. Por este motivo se celebrará otro año más una Eucaristía, presidida por el cardenal Carlos Osoro, en la que se rememora tanto a los fallecidos durante el año como anteriormente.