Como cada día desde que empezó el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la Sala Stampa del Vaticano ha ofrecido una rueda de prensa para dar a conocer los últimos detalles. Así, en la mañana de este sábado 20 de octubre, han comparecido los siguientes padres sinodales: el cardenal Blase Joseph Cupich, arzobispo de Chicago (EEUU); el cardenal John Ribat, arzobispo de Port Moresby (Papua Nueva Guinea); Peter Andrew Comensoli, arzobispo de Melbourne (Australia); y Alain de Raemy, obispo auxiliar de Lausana, Ginebra y Friburgo (Suiza).
En plena marejada por el impacto de la pederastia eclesial en su país, y sobrevolando en el ambiente las diatribas contra Francisco del ex nuncio Viganò (que ayer difundió su tercera carta en mes y medio), era muy esperada la alocución de Cupich. Y no ha evadido la cuestión, sino que ha sido directo: “Tengo confianza en la reunión convocada por el Papa en febrero con los presidentes de las conferencias episcopales para abordar la cuestión de los abusos. Espero resultados importantes“.
En este sentido, el purpurado de Chicago ha reivindicado el papel de los laicos, que “deben participar en las investigaciones, en la búsqueda de la verdad”. De hecho, es algo que entienden que les reclaman los jóvenes de todo el mundo: “Desean que vayamos al encuentro de quienes han sido heridos por los abusos, y quieren que los culpables asuman su responsabilidad”. Así, entiende, se ayudará a luchar contra lo que observa como un cultura del privilegio del clero.
“Hay que ser honestos con los jóvenes”, ha remarcado Cupich. Quien, a la vez, se ha mostrado optimista: “Piden transparencia sobre todo esto. Creo que estamos tomando decisiones importantes en esta dirección”.
En cuanto a cómo percibe el Sínodo, ha detallado que “los jóvenes nos hablan con franqueza de sus problemas. Provienen de áreas diversas y tratan cuestiones serias como la guerra, nos manifiestan sus sufrimientos. Nuestro compromiso es escucharlos y esforzarnos por ellos”. Y es que, como está percibiendo estos días en Roma, “muchos jóvenes quieren una Iglesia que esté preparada para ayudarles a ser agentes en la construcción del futuro. No debemos tratar a los jóvenes como objeto de la evangelización, sino como protagonistas“.
Por ello, el cardenal estadounidense ha advertido que “el documento final del Sínodo debe hablar a todos los jóvenes; por tanto, también los jóvenes homosexuales”, que deberían “sentirse incluidos” en las propuestas de los obispos.
La gran novedad de esta jornada la ha expuesto el prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, cuando ha confirmado que el documento final del Sínodo se debatirá en la asamblea este martes 23, cinco días antes de la clausura de estas jornadas de reflexión episcopal. Por tanto, desde que se exponga, habrá un plazo para que los padres sinodales que así lo consideren presenten enmiendas al texto original antes de que se ratifique definitivamente.