Ante la presentación mañana, 23 de octubre, del borrador del Documento Final del Sínodo de los Obispos sobre ‘los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional’, hoy ha participado en el briefing de prensa en la Sala Stampa del Vaticano el rector general de los salesianos, Ángel Fernández Artime. El religioso ha destacado la “gran sensibilidad” y la “universalidad” de la Asamblea Sinodal, capaz de interesarse no solo por las “pequeñas élites” de los jóvenes, sino también por los “sin voz”.
Como ha explicado Artime, “los jóvenes nos han pedido el valor del testimonio”, para ser buenos también “en hechos y no solo en palabras”. El salesiano también ha hablado sobre la necesidad de ser “verdaderos padres y madres” como “uno de los grandes servicios que debemos continuar brindando a los jóvenes”.
El rector mayor de los salesianos ha reiterado que la acción de la Iglesia hacia los jóvenes debe saber articularse a través de los muchos canales disponibles: “Debemos continuar dando respuestas, no solo en las parroquias… Hay escuelas, oratorios, centros juveniles, casas para niños de la calle. La visión es más amplia: en estos espacios se puede realizar una verdadera y genuina, madura y saludable, maternidad y paternidad. A veces, un educador es un amigo, es un hermano para los muchachos… Pero debe ser un verdadero padre o una madre”.
Un perdón a los jóvenes
Por su parte, el vicario apostólico de Anatolia, Paolo Bizzeti, ha mostrado su pesar porque, “como familia humana hemos fracasado en nuestro objetivo de preparar un mundo habitable para los jóvenes”. Por eso, “debemos pedirles perdón por este mundo que es tan inadecuado para sus sueños, un mundo donde a los jóvenes les resulta difícil encajar”. El prelado también ha afirmado que “entre las intervenciones más interesantes en el aula se encuentran, sin duda, las de los jóvenes, que tienen un lenguaje muy diferente al nuestro, pero son muy directos, espontáneos y claros. Ellos llaman a las cosas por su nombre”. Y “ellos nos han demostrado que la fe no puede ser una caja fuerte cerrada”.
En otro orden, el obispo de Bridgeport (Estados Unidos), Frank J. Caggiano, se ha centrado en la contribución específica que los menores pueden ofrecer en el horizonte de la evangelización. En un mundo donde el “continente digital es el nuevo terreno de la misión”, los jóvenes pueden “liberar una energía extraordinaria para evangelizar a otros jóvenes”.
El arzobispo de Martinica, David Macaire, ha llamado a la Iglesia a “estar a la altura de las esperanzas de los jóvenes”. Mientras, la auditora Henriette Camara, miembro de los Scouts de Guinea, proveniente de una familia musulmana y convertida al cristianismo gracias al abrazo “no discriminatorio” de los Scouts, ha expresado su gratitud al Papa por “dar a los jóvenes un lugar donde expresarse”: “He aprendido mucho y espero poder devolver lo que he recibido”.