Durante la celebración, el pasado mes de agosto, del Encuentro Mundial de las Familias, más de 30.000 peregrinos acudieron a Dublín para reunirse con el Papa. Al mismo tiempo, el exnuncio Carlo Maria Viganò publicaba una carta de 11 páginas en la que acusaba a Francisco de no gestionar adecuadamente las denuncias de abuso sexual. “Viganò secuestró el Encuentro Mundial de las Familias”, ha dicho Eamon Martin, arzobispo de Armagh y primado de Irlanda, en una entrevista publicada hoy, 22 de octubre, por Crux.
En cuanto a la cuestión de los abusos a menores en la Iglesia ha dicho que “la cumbre que el Vaticano prepara para febrero de 2019 no proporcionará una única solución, pero es un paso positivo en la dirección correcta”.
Martin, que se encuentra en Roma participando en el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, ha expresado, además, que “los jóvenes de hoy son, muchas veces, ovejas sin pastor”, por lo que espera que el Sínodo suponga “una corrección del rumbo”.
“A pesar de que estamos haciendo muchos avances prometedores en nuestro país, el horrendo cáncer del racismo todavía afecta a nuestra nación”, han señalado los obispos de Estados Unidos en una propuesta de carta pastoral sobre el racismo.
“Cada acto racista, cada comentario, cada broma, cada mirada despectiva como reacción al color de la piel, el origen étnico o el lugar de origen, es un fracaso a la hora de reconocer a otra persona como un hermano o hermana, creada a la imagen de Dios”, han explicado en el documento, que se considerará para su aprobación durante la reunión general de otoño de los obispos del 12 al 14 de noviembre en Baltimore.
La propuestas habla tanto de los actos individuales como del racismo institucional, “cuando se mantienen las prácticas o tradiciones que tratan a ciertos grupos de personas injustamente”, señalando especialmente el “número de reclusos de color” que existen en los centros penitenciarios, que resulta “tremendamente desproporcionado” en comparación con los de raza blanca.
El patriarca maronita Beshara Raï, ha afirmado que, “a nivel personal”, el Sínodo le ha hecho “descubrir nuevos horizontes”.Raï ha insistido en la importancia de la “educación para la ciudadanía”, es decir, “tener derechos y deberes a la par con otros grupos étnico-religiosos”, especialmente los musulmanes.
También ha hablado sobre la presencia de los cristianos orientales en las sociedades occidentales, caracterizado por un elemento multicultural y multiétnico. “Hay dos amenazas”, advierte: “el aislamiento por un lado y la indiferencia ante el tema de la pertenencia eclesial por el otro, en nombre de un relativismo generalizado hacia todos los credos religiosos”. “Por eso”, advierte, “deben fortalecerse los elementos de pertenencia y educación a la ciudadanía y al bien común”.