Durante la audiencia celebrada hoy, 22 de octubre, con motivo del 47º Capítulo General de la Congregación de la Pasión, el papa Francisco animó a los presentes a “ser ministros de la curación espiritual y la reconciliación, tan necesarias en el mundo de hoy, marcado por antiguas y nuevas heridas”.
El Capítulo, que concluirá el próximo 27 de octubre, tiene por guía el lema ‘Renovar nuestra misión: gratitud, profecía y esperanza’, palabras que Francisco ha reseñado como muestra del “espíritu con el que la Congregación desea renovar su misión”. Una labor que no solo pasa por elegir gobierno del instituto, sino por “emprender un nuevo camino de formación permanente” para las comunidades, así como “discernir sobre la metodología pastoral en el acercamiento a las generaciones más jóvenes”.
“La Iglesia necesita sacerdotes que hablen con ternura, escuchen sin condena y reciban con misericordia”, dijo Bergoglio, señalando la atracción de la Iglesia actual por salir a las periferias “tanto geográficas como existenciales”. Además, señaló que estas nuevas fronteras se corresponden, en muchas ocasiones, con los retos del mundo actual, como son “la migración, el secularismo y el mundo digital”. “Esto significa estar presente en aquellas situaciones donde las personas perciben la ausencia de Dios y tratan de estar cerca de aquellos que, de cualquier manera o forma, están sufriendo”, subrayó el Papa.
“En esta era de cambio, que es más bien un cambio de era, estáis llamados a estar atentos a la presencia y acción del Espíritu Santo, leyendo los signos de los tiempos”, indicó. Y es que, “nuevas situaciones requieren nuevas respuestas”. Como ejemplo de ello Francisco señaló al propio fundador de los pasionistas, San Pablo de la Cruz, que fue “muy creativo al responder a las necesidades de su tiempo, reconociendo que el amor de Dios es muy ingenioso y no se manifiesta tanto con palabras como con las obras y ejemplos de quién amor”.
Para finalizar, hizo un llamamiento a la memoria de los “muchos ejemplos de santidad que ha dado esta congregación ha dado, como San Gabriel de Nuestra Señora de los Dolores”. “Ellos son ejemplo de la fructificación del carisma y representan modelos para inspirar sus elecciones apostólicas”, subrayó.